«Ni Sammy Sosa se atrevió a tanto», fue uno de los comentarios que más llamó la atención en la última publicación del mambero Omega «El fuerte» quien reveló que desde hace varios meses se está realizando un procedimiento para al aclarar el iris de sus ojos.
Omega, ha compartido un antes y un después del procedimiento que buscada hacerse desde el año 2010, y no fue hasta el 2013 cuando por fin encontró donde lo realizaban, pero solo para personas con ojos claros, verdes y miel. En febrero de este año 2023, el mambero encontró un lugar donde puedan cambiar el color del iris de sus ojos y desde entonces inició el tratamiento.
«En este procedimiento laser el pigmento se va desvaneciendo», dijo Omega, quien se ha sometido a tres secciones con laser, que es la primera fase, luego entrará a la segunda fase que consta de 4 días y asegura compartirá el avance final.
Pero sus seguidores no están muy de acuerdo con su decisión, ya que «con al vista no se juega».
«No aunque me pagaran arriesgaría la vista por cosas así 🤔», «no invente maestro cual es la necesidad de parecer blanco», «Siempre uno tiene que mejorar en todo sentido, pero hay que amarse como uno es, 😢 no se inventa con nuestros 👁️ ojos no, ni gratis», «Ay no con eso no se juega, ojalá y no tenga ninguna consecuencia en el futuro. Se le quieren pasar a Dios»… y así como esos cientos de mensajes más. Según el portal de la clínica Baviera la despigmentación del iris con láseres una técnica consiste en aplicar un láser de baja energía que va despigmentando el iris para aclarar su color. Teóricamente, esta cirugía permite aclarar el color de los ojos, ya que destruye precisamente la sustancia que les da color. No obstante, no se puede utilizar, por ejemplo, para obtener una tonalidad concreta de color.
Este procedimiento tampoco es recomendable, ya que también puede conllevar serias complicaciones. El pigmento que se retira no desaparece ni se desintegra, sino que se amula en la malla a través de la cual se filtra el fluido transparente y acuoso que ocupa la cámara anterior del ojo, lo que puede provocar un aumento de la presión intraocular y un glaucoma secundario que puede llegar a daño irreversible en el nervio óptico y conducir a la ceguera.