Con gigantescas movilizaciones en Caracas y otras ciudades, el líder opositor venezolano Juan Guaidó puso en marcha este sábado lo que promete será la escalada de presión definitiva para sacar del poder a Nicolás Maduro. La protesta tuvo como eje el reclamo por la escasez de agua y electricidad, lo que motivó a los venezolanos a salir a las calles.

En todo el país hubo 358 puntos de concentración, de los cuales seis fueron en la capital venezolana. La culminación de la marcha en Caracas fue en la sede de la compañía de electricidad estatal Corpoelec, en el Marqués, donde Guaidó llamó a “expresar nuestro rechazo a la oscuridad y la usurpación que representa la dictadura”. “Mantengámonos firmes en las calles”, exhortó, entre aplausos de la gente.

El líder opositor Juan Guaido habla desde el techo de un vehículo. (Reuters)

El líder opositor Juan Guaido habla desde el techo de un vehículo. (Reuters)

Ante miles de partidarios Guaidó, reconocido como mandatario interino por más de 50 países, echó a andar la “operación libertad”, una estrategia para articular a sus bases en pro de la caída de Maduro. “¡Aquí estamos, aquí vamos a seguir! ¡Todos a las calles, a la fase definitiva del cese de la usurpación!”, arengó el jefe del Parlamento, desde la plataforma de un camión.

Con ese objetivo convocó a una nueva movilización el próximo miércoles destinada a multiplicar un voluntariado que, según dijo, se encargará de organizar y mantener viva la presión en la calle. Comienza “la escalada de presión más grande que hemos visto en nuestra historia”, sostuvo Guaidó.

Otra imagen de la marcha opositora en Caracas. (Reuters)

Otra imagen de la marcha opositora en Caracas. (Reuters)

El gobierno organizó por su parte una contramarcha en el palacio de Miraflores, sede del gobierno, que estuvo conformada en su mayoría por empleados estatales y efectivos militares. “Juntos, en permanente movilización, sigamos defendiendo la paz y la independencia nacional. ¡No más injerencia!”, tuiteó Maduro.

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Se temió que hubiese choques entre ambos sectores, especialmente después de que Maduro y el número dos del régimen, Diosdado Cabello, le declararon la guerra a los manifestantes al ordenar a los “colectivos” paramilitares chavistas que atacaran la manifestación opositora.

En Caracas no hubo incidentes, pero sí en Maracaibo, al oeste, donde las fuerzas de seguridad volvieron a reprimir con violencia. Primero detuvieron a los diputados Renzo Prieto y Nora Bracho, cuando marchaban junto a la gente, pero los liberaron un par de horas después.

Nicolás Maduro saluda a los participantes en la contramarcha organizada por el chavismo. (Reuter)

Nicolás Maduro saluda a los participantes en la contramarcha organizada por el chavismo. (Reuter)

Luego la policía militarizada comenzó a lanzar gases lacrimógenos y a disparar balas de goma, dejando una treintena de heridos. “La represión fue brutal, desde el helicóptero lanzaron bombas lacrimógenas, mandaron tanquetas de la Guardia y luego que los militares reprimieron llegaron los colectivos (civiles armados)”, afirmó la diputada Elimar Díaz.

También hubo violencia en Barquisimeto, estado Lara, centro del país. En cambio en la marcha de Caracas, la más imponente en número de participantes y en fervor, las agrupaciones chavistas no se atrevieron a actuar. “No les tengo miedo a esa plaga. Mi único miedo es que se quede Maduro, por eso debemos marchar; no nos rendimos a sus amenazas”, decía Arcadio Denis, de 42 años.