Los números de Rafael Nadal hablan por sí mismos. Nadie en la Era Open ha logrado ganar tantos títulos en un mismo escenario como él. Y si bien este domingo logró en el Rolex Monte-Carlo Masters levantar su undécima corona de campeón, en el Barcelona Open Banc Sabadell está en disposición de lograr la misma marca, al igual que en Roland Garros, donde conserva diez títulos.

Sólo unas horas después de convertirse en el jugador con más ATP Masters 1000 (31) de la historia, el manacorense atendió a los medios de comunicación en Barcelona, donde ya prepara su desembarco en la tierra batida catalana. “Ganar un Masters 1000 no es rutina, ni lo va a ser nunca, esta es la realidad. Ni para mí ni para nadie”, advirtió el español sobre su reciente éxito en Montecarlo. “Fue una victoria importante, un Masters 1000 más y el torneo en sí que para mí es muy especial”.

Lo cierto es que Nadal no había podido terminar ninguno de los tres torneos que había disputado después del ATP Masters 1000 de Shanghái hasta Montecarlo. En París-Bercy se retiró en cuartos de final sin jugar ante Filip Krajinovic, en las Nitto ATP Finals sólo pudo jugar un partido de los tres de la Round Robin, mientras que en los cuartos del Abierto de Australia no pudo concluir su duelo de cuartos de final en el quinto set frente a Marin Cilic.

“Es el primer evento del año que termino sin lesión y estoy muy feliz por ello, más allá de todo lo demás que ya sabemos, es una noticia muy positiva”, valoró el balear después de completar los 5 partidos que encaró en Montecarlo. “He jugado a un muy buen nivel durante toda la semana, con rivales difíciles y resultados muy buenos”, añadió. “Ahora toca disfrutar de la victoria, aún más cuando uno viene de situaciones difíciles. Ganar el primer torneo que termino es muy positivo y estoy feliz por ello”.

El rendimiento del No. 1 del mundo lo sitúa como candidato a mejor jugador de la historia sobre la superficie. Así lo ve el propio protagonista: “No soy yo el que tenga que decir eso. Con toda la humildad lo que puedo decir es que los números son los que son. Puedo intentar evitar estas respuestas como lo he hecho durante toda mi vida, pero tengo unos números que son los que son, no sé si soy el mejor de la historia porque es difícil comparar épocas, pero en cuanto a títulos sí. Soy el que más títulos ha ganado en esta superficie y el que más títulos importantes he ganado en esta superficie. No me gusta hablar de esto, no me toca a mí”.

Aunque la carrera es de ensueño, Nadal reconoce que nunca soñó con alcanzar una cota tan alta. “Uno para soñar con cosas, tiene que verlas posibles. Yo he ido haciendo mi día a día sin pensar en ello. Ganar 11 Montecarlo, 10 Barcelona, 10 Roland Garros o 7 Roma… Cualquier joven normal con 14 o 15 años no se puede imaginar o soñar con esto, cuando tienes esa edad sueñas con llegar a competir en esos torneos. Día tras día he conseguido llegar donde se ha llegado e intento disfrutarlo. Con el trabajo, la ilusión y la suerte que a veces uno necesita pues se ha llegado a lo que ha llegado. Intento disfrutar y valorar al máximo todo lo que me ocurre”.

Una vez más -y ya van nueve en su carrera- Nadal llega a Barcelona en la condición de reciente campeón en Montecarlo. “Cada torneo es una historia diferente. Evidentemente llegar con un título a Barcelona y con confianza de haber jugado bien siempre es positivo. Pero eso no garantiza nada. Lo que ha pasado, pasado está. Intentaré hacer las cosas lo mejor posible para intentar mantener un nivel alto”, advirtió sobre su cíclico éxito en esta gira de la temporada.

En Barcelona encontrará rivales muy duros en su mismo lado del cuadro. Y es que en tercera ronda podría medirse a Kei Nishikori, la misma raqueta que tuvo que superar en la final de Montecarlo; o a Novak Djokovic en cuartos de final. “Es un cuadro complicado, de los más difíciles para ser un ATP 500”, aseveró. “Mi parte del cuadro es especialmente difícil y primero hay que intentar jugar bien. No es la primera vez que hay un cuadro tan duro porque el Godó suele tener grandes jugadores cada año, pero sí que es cierto que en tierra es uno de los 500 más importantes del mundo y tiene un gran prestigio que invita a los mejores jugadores a querer venir”.