Aunque de manera furtiva, dueños de establecimientos comerciales del país se la está ingeniando para ofrecer servicios a clientes de manera clandestina, burlando con ello las disposiciones del Gobierno de suspender las actividades comerciales, entre otras medidas, para evitar la expansión del coronavirus.
Desde hace días, ferreterías, salones de belleza, peluquerías, locales de arreglo de uñas, talleres de pinturas, repuestos y de ebanistería están prestando servicios en algunos sectores del Gran Santo Domingo. Lo hacen de manera sigilosa y atendiendo por turnos. Usan puertas traseras, en muchos casos, para recibir a los clientes, a los cuales atienden de manera presurosa.
La práctica se está dando en sectores vulnerables, donde hay mayores niveles de pobreza.
En muchos casos, como son los salones de belleza y las manicuristas, se atiende por cita. La clienta llega, la entran rápidamente al lugar, se trancan y le ofrecen el servicio. Una persona consultada por Diario Libre narró que, en su caso, la persona que le arregla las uñas solo atiende una persona a la vez en su local y tiene que tener su mascarilla puesta. La trabajadora también la usa, además de guantes y no permite más de una persona a la vez en su local. Dijo que esa joven le dice que tiene que conseguir dinero para poder vivir, pues tiene un niño pequeño y es de lo único que vive.
En el caso de algunas ferreterías, estos negocios entran un par de clientes con mucho cuidado de no ser vistos por las autoridades, los atienden y luego que estos se van, ofrecen el servicio a otros. El pago suele ser en efectivo para no dejar evidencias de que se ha trabajado durante el período de la cuarentena y evitar el cierre del establecimiento.
Los negocios prestan el servicio ante la demanda desesperada de las personas que necesitan resolver “alguna situación en sus hogares o vehículos” o arreglarse, en el caso de las mujeres, ante lo larga que ha resultado la cuarentena. La sobrevivencia económica es el móvil del prestador del servicio, pues no está recibiendo ayuda gubernamental y tiene que buscar dinero para desenvolverse diariamente.