La memoria oceánica, la persistencia de las condiciones oceánicas, es una fuente importante de previsibilidad en el sistema climático más allá de las escalas de tiempo meteorológico. Sin embargo, a medida que nuestro clima cambia, los océanos que nos rodean se están transformando, con anomalías evidentes no solo en la temperatura del océano, sino también en su estructura, sus corrientes e incluso su color.
Ahora, un estudio liderado por Daisy Hui Shi, científica atmosférica del Instituto Farallon en Petaluma, California, sugiere que el cambio climático está haciendo que los océanos del mundo pierdan su “memoria”.
Según la investigación, esto se debe a que el entorno habitualmente estable del océano se está volviendo cada vez más impredecible y errático, perdiendo su capacidad de regular y “recordar” las condiciones recientes, incluidas las temperaturas, lo que en cierto modo se asemeja a la pérdida de memoria del océano, según aseguran los científicos en su informe publicado en Science Advances.
Los investigadores de varios institutos, entre ellos la Universidad de Hawái en Mānoa, llegaron a sus conclusiones evaluando las proyecciones futuras de la última generación de modelos del sistema terrestre.
“Es casi como si el océano desarrollara amnesia”
“Demostramos que la memoria oceánica, medida por la persistencia interanual de las anomalías de la temperatura de la superficie del mar, se prevé que disminuya de forma constante en las próximas décadas en gran parte del planeta”, aseguró Hui Shi. “Es casi como si el océano desarrollara amnesia”, agregó.
A diferencia del clima, que puede cambiar drásticamente cada día, los cambios en el océano se producen poco a poco, y la capacidad de mantener esa estabilidad es como una “memoria” para el océano.
Esta memoria, según explican los científicos, tiene una excelente correlación con el espesor de la capa superior del océano, conocida como capa mixta (MLD). Después de estudiar las temperaturas de la superficie del mar (TSM), los investigadores prevén que esa sección se vuelva menos profunda con el cambio climático. ¿Por qué?
Según los investigadores, los efectos de asomeramiento en el MLD introducirán mayores niveles de mezcla de agua en la parte superior del océano, adelgazando efectivamente la capa superior.
Inercia térmica de los océanos
El mayor contenido de calor en las capas mixtas más profundas confiere una mayor inercia térmica que se traduce en memoria. Cuando se expone al calentamiento antropogénico, la capa mixta se vuelve menos profunda, lo que provoca una disminución de la memoria oceánica.
Esta menor profundad, según la investigación, se observó mayoritariamente en primavera y verano, cuando las temperaturas son más altas. Ahora, con las variaciones dramáticamente mayores de la temperatura previstas en las próximas décadas, se espera que las temperaturas de la superficie del mar fluctúen de forma inusual.
“Descubrimos este fenómeno examinando la similitud de la temperatura de la superficie del océano de un año a otro como una métrica sencilla de la memoria del océano”, explicó Hui.
“La reducción de la memoria oceánica y el aumento de las fluctuaciones aleatorias sugieren cambios intrínsecos en el sistema y nuevos retos en la predicción bajo el calentamiento”, aseguró, por su parte, Fei-Fei Jin, profesor de ciencias atmosféricas de la Escuela de Ciencia y Tecnología Oceánica y Terrestre de la UH Mānoa.
Consecuencias para la fauna marina
No está claro qué significa esto para la fauna marina, pero los investigadores señalan que “es probable que se produzcan impactos en las poblaciones”, aunque se espera que algunas especies se adapten mejor que otras.
Los científicos señalaron así que “la reducción de la memoria oceánica podría hacer que esa estimación fuera inexacta y exige nuevos enfoques en la gestión de la pesca basada en los ecosistemas que incluyan la vigilancia oceánica en tiempo real y otros esfuerzos por igual”.
Por otra parte, se espera que la disminución de la memoria oceánica dificulte considerablemente la previsión de la dinámica oceánica, reduciendo los plazos de entrega de todo tipo de predicciones relacionadas con las TSM. Esto dificultará nuestra capacidad de proyectar los monzones, las olas de calor marinas (OMC) y los períodos de clima extremo, entre otras cosas.
“Además de la predicción oceánica, la previsión de los impactos terrestres sobre la temperatura, las precipitaciones y los fenómenos extremos también podría verse afectada por la disminución de la memoria oceánica debido a su dependencia de la persistencia de la temperatura de la superficie del mar como fuente de predicción. A medida que la memoria oceánica siga disminuyendo, los investigadores se verán probablemente obligados a buscar predictores alternativos para realizar predicciones acertadas”, señalaron los científicos.
Editado por Felipe Espinosa Wang.