Cataluña artística: el hechizo de Salvador Dalí

La obra de Salvador Dalí (1904-1989) resulta inseparable de su geografía natal. El pintor convirtió el paisaje ampurdanés en un símbolo del surrealismo: “Mi paraíso místico comienza en los llanos del Empordà, rodeado por las colinas de La Albera y encuentra su plenitud en la bahía de Cadaqués”. Artista, genio, personaje extravagante y comunicador irreverente, Dalí reconocía que la tramontana, el viento que azota la costa norte catalana, era el responsable de su “completa locura“. Nació, vivió, creó y murió en el Empordà, y allí se esconden las pistas para conocer tanto a la celebridad internacional, como al artista ligado profundamente a su tierra.

“Mi paraíso místico comienza en los llanos del Empordà, rodeado por las colinas de La Albera y encuentra su plenitud en la bahía de Cadaqués”

Este rincón de la provincia de Girona acoge hoy gran parte del legado de Dalí. Los lugares que fueron testigos de su vida y escenarios de su inspiración conforman lo que se ha dado en llamar el Triángulo Daliniano, formado por el eje Figueres, Cadaqués y Púbol, un espacio de poco más de 40 km² con todos los ingredientes del universo del artista: sus museos, sus pasiones, el paisaje ampurdanés, la luz del Mediterráneo, la orografía, las leyendas… todo aquello que resulta menester para entender la obra y la vida de Salvador Dalí.

MUSEO DALI FIGUERES. Museo de Figueres

 

Museo de Figueres

En la década de 1970 Dalí se dedicó al proyecto de su museo, interviniendo en el diseño de la Torre Galatea y la cúpula que corona el edificio. Dalí recuperó el antiguo teatro de Figueres y los restos del recinto amurallado de la ciudad, donde dio nueva forma a la Torre Galatea, su residencia los últimos años de vida, coronada con los huevos y panes.

Una mente surrealista

TEATRO-MUSEO DALI. Una mente surrealista

Bajo la estructura transparente del Teatro-Museo, Dalí ubicó el centro de su universo surrealista. El museo acoge una de las colecciones más importantes del artista, con pinturas emblemáticas como Autorretrato blando con bacon fritoLeda atómica o Galatea de las esferas.

ROSTRO DEL GRAN MASTURBADOR - DALI. Genio del surrealismo

Genio del surrealismo

Realizada en el verano de 1929, Rostro del Gran Masturbador es una de las primeras obras que se pueden adscribir a la época surrealista de Dalí. Símbolo por excelencia de sus obsesiones sexuales, el propio Dalí aparece varias veces en la pintura, como un reflejo de la transformación que estaba experimentando a causa de la aparición de Gala en su vida.