Los rápidos cambios que está experimentando el polo norte magnético de la Tierra están obligando a los investigadores a realizar una inédita actualización temprana de un modelo que ayuda a la navegación en barcos, aviones y submarinos en el Ártico, dijeron científicos.
Las agujas de las brújulas apuntan al polo norte magnético, un punto que se ha movido de manera impredecible desde la costa del norte de Canadá hace un siglo al medio del Océano Ártico, avanzando hacia Rusia.
“Se está moviendo a unos 50 kilómetros por año. No se movió mucho entre 1900 y 1980, pero se ha acelerado realmente en los últimos 40 años”, dijo Ciaran Beggan, del Servicio Geológico Británico (BGS, por sus siglas en inglés) en Edimburgo, a Reuters el viernes.
Para 2020 estaba previsto llevar a cabo la actualización que se hace cada lustro al Modelo Magnético Mundial, pero el Ejército de Estados Unidos solicitó una revisión temprana sin precedentes, afirmó. El BGS está a cargo del modelo junto a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Beggan dijo que el movimiento del polo afecta a la navegación, sobre todo en el Océano Ártico al norte de Canadá. La OTAN y los ejércitos de Estados Unidos y Reino Unido son algunos de los que usan el modelo magnético, además de la navegación civil.
Los movimientos del polo se deben a cambios impredecibles en el hierro líquido que hay en las profundidades de la Tierra. El 30 de enero se hará pública una actualización, ya que la fecha prevista del 15 de enero tuvo que aplazarse por la paralización del Gobierno federal estadounidense, según la revista Nature.
“El hecho de que el polo se mueva rápido hace que esta región sea más propensa a los errores grandes”, dijo Arnaud Chulliat, un geomagnetista de la Universidad de Colorado en Boulder y de los Centros Nacionales de Información Medioambiental de la NOAA, a Nature.
Beggan indicó que los recientes cambios en el polo norte magnético no afectarán a la mayoría de las personas fuera del Ártico, por ejemplo a la hora de usar teléfonos celulares en Nueva York, Pekín o Londres.
Con información de Reuters