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Hay al menos 30 muertos, 428 heridos y más de 200 arrestados
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Las protestas continúan en zonas del Pacífico, el centro y el sur del país
Nicaragua ha vivido este martes un ambiente enrarecido, con calles que amanecieron inusualmente vacías y comerciantes calculando pérdidas por los saqueos del fin de semana, un día después de que una multitudinaria movilización nacional pidiera la salida del poder de Daniel Ortega.
A una semana del inicio de unas protestas cuyo primer detonante fue la reforma a la seguridad social que subía cuotas y bajaba pensiones y que fue derogada el domingo, en las calles en Managua se ven aún las barricadas levantadas para frenar a la Policía y las fuerzas de choque del Gobierno, conocidas como “turbas”.
Como resultado de los actos de violencia, las organizaciones no gubernamentales y la Cruz Roja Nicaragüense hablan de al menos 30 muertos, entre ellos dos policías, un adolescente y un periodista, 428 heridos y más de 200 manifestantes arrestados o desaparecidos.
Este martes, en los mercados de la capital los comerciantes calculaban las pérdidas sufridas por los saqueos del fin de semana, mientras los trabajadores tomaban los escasos autobuses de transporte urbano.
Las manifestaciones continúan en otras zonas del país
Por el contrario en zonas del Pacífico, el centro y el sur de Nicaragua, las manifestaciones continuaban este martes desde primera hora, incluso en la paradisíaca isla de Ometepe, uno de los destinos preferidos por los turistas extranjeros.
A un grupo de campesinos del sureste de Nicaragua y a estudiantes universitarios les sorprendió el día exigiendo la libertad de jóvenes arrestados durante las manifestaciones. El Gobierno ha reconocido que hay detenidos, aunque sin dar cifras, y el lunes anunció la liberación de diez de ellos para sentar así “las bases” de un diálogo.
En la Asamblea Nacional se vivieron momentos de tensión este martes, cuando los diputados del opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC) protestaron de forma airada contra el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), sin llegar a la violencia.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) reiteró, por su parte, su disposición a dialogar con el Gobierno, una vez que la Iglesia católica acepte ser garante de las conversaciones y las convoque. Los obispos han advertido de que no están dispuestos a mediar el diálogo mientras el Gobierno no libere a los presos y cese la represión contra quienes protestan en su contra.
Ortega, dispuesto a retomar el diálogo
Ortega expresó este fin de semana su disposición a retomar el diálogo, señalando entonces a los empresarios como interlocutores con la mediación de la Iglesia, y aseguró que actuaría con “firmeza “para restablecer el orden”.
Mientras Ortega ha acusado a “pequeños grupos de la oposición” de los desórdenes, incluidos saqueos a comercios y destrucción de bienes públicos y privados, los manifestantes culpan a las “turbas”, que actúan con el apoyo de la Policía y exhiben vídeos en redes sociales como prueba.
En la multitudinaria marcha del lunes los nicaragüenses insistieron en que sus demandas ya no son por la fallida reforma de la seguridad social, sino para exigir la salida del poder del presidente y su esposa, a quienes acusan de represión, violación de los derechos humanos, abuso de poder y fraude electoral, entre otras acciones contra la población.
Confirman dos nuevos muertos que figuraban como desaparecidos
Dos jóvenes que se reportaban como desaparecidos tras los enfrentamientos violentos en Nicaragua, han sido encontrados muertos en la morgue del Instituto de Medicina Legal (IML), según han informado este martes sus familiares.
Los fallecidos han sido identificados como Roberto Carlos García Polanco y Marcos Antonio Samorio Anderson.