HONG KONG — China está lidiando con emergencias climáticas extremas en todo el país, con las peores inundaciones en décadas que sumergieron casas y automóviles en el sur y olas de calor récord en las provincias del norte y el centro que causaron deformaciones en las rutas.
Los niveles de agua en más de cien ríos en todo el país han superado los niveles de advertencia de inundaciones, según el Diario del Pueblo, el portavoz del gobernante Partido Comunista.
Trabajadores de rescate evacuando a los residentes de la aldea de Xinli que fueron desplazados por las inundaciones luego de las fuertes lluvias de este mes en Shaoguan, en la provincia china de Guangdong. Foto Via Reuters
Las autoridades de la provincia de Guangdong elevaron este martes las alertas al máximo nivel tras días de lluvias e inundaciones, cerrando escuelas, comercios y transporte público en las zonas afectadas.
Las inundaciones han afectado la vida de casi medio millón de personas en el sur de China.
Las imágenes en los medios estatales mostraron equipos de rescate en botes remando a través de caminos inundados para ayudar a los residentes atrapados.
En Shaoguan, un centro de fabricación, se ordenó a las fábricas que detuvieran la producción, ya que los niveles de agua alcanzaron un máximo de 50 años, informó la televisión estatal.
El departamento de gestión de emergencias de Guangdong dijo que las lluvias afectaron a 479.600 personas, arruinaron casi 30 hectáreas de cultivos y provocaron el derrumbe de más de 1.700 casas, con pérdidas financieras por un total de 261 millones de dólares, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
China ha estado lidiando con inundaciones de verano durante siglos, pero las inundaciones de este año también han coincidido con olas de calor que azotaron la parte norte del país, donde también se espera que las fuertes lluvias se muevan en los próximos días, según el Observatorio Meteorológico Central.
El martes, las temperaturas alcanzaron un máximo de 40 grados en nueve provincias del norte y centro.
En Henan, las temperaturas de la superficie de la ruta de hasta 73 grados celsius crearon la semana pasada rupturas en las carreteras de cemento que se asemejaban a las secuelas de un terremoto, informaron los medios locales.
El calor abrasador en algunas de las provincias más pobladas de China ha aumentado la demanda de aire acondicionado, lo que ha generado un uso récord de electricidad.
En Shandong, una provincia en el noreste de China con una población de 100 millones, la carga máxima de electricidad alcanzó un récord de 92,94 millones de kilovatios el martes, superando el máximo de 2020 de 90,22 millones de kilovatios, dijo la televisión estatal.
El primer ministro Li Keqiang dijo el martes mientras visitaba una empresa de energía térmica que el país debe aumentar la capacidad de producción de carbón para evitar cortes de energía.
Las inundaciones y olas de calor en China este año se han prolongado durante días y semanas, como sucedió el año pasado cuando semanas de inundaciones mataron a cientos de personas, provocaron cortes de energía y desplazaron a millones en el centro y suroeste de China, incluso en Zhengzhou, donde las inundaciones atraparon viajeros en el metro.
La emergencia climática doble que está experimentando China refleja una tendencia mundial de episodios cada vez más frecuentes y prolongados de fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático.
China ha convertido tierras agrícolas en ciudades en las últimas décadas, sacando de la pobreza a millones de personas en áreas rurales.
Pero en su búsqueda del desarrollo económico, también se ha convertido en el mayor contaminador del mundo, con emisiones de gases de efecto invernadero superiores a las de todas las naciones desarrolladas combinadas.
Desde entonces, Xi Jinping se ha convertido en el primer líder del país en comprometerse a abordar el cambio climático como una prioridad nacional.
China introdujo un mercado de carbono en julio pasado para frenar las emisiones y en las últimas dos décadas casi ha quintuplicado la superficie de espacios verdes en sus ciudades.
Pero ya se ha hecho un daño ambiental significativo.
Es probable que la devastación y las perturbaciones resultantes de los gases de efecto invernadero que ya se han emitido continúen en los próximos años.