Dos periodistas de la Radiotelevisión Suiza (RTS) fueron detenidos la semana pasada en Abu Dhabi durante 50 horas, conducidos a diferentes lugares con los ojos vendados e interrogados durante nueve horas. Su equipo de trabajo –cámaras, ordenadores y teléfonos- les fue incautado y acabaron siendo expulsados del país sin que se lo devolvieran. El delito que Serge Enderlin y Jon Bjorgvinsson habían cometido era visitar un mercadillo frecuentado por inmigrantes pakistaníes.

Los periodistas de la televisión suiza viajaron a la capital de los Emiratos Árabes Unidos acreditados para cubrir la inauguración del museo Louvre Abu Dhabi –que se produjo el pasado día 11- y, entre otras cosas, entrevistar al diseñador del edificio, el arquitecto francés Jean Nouvel.

Visitantes emiratíes, en la inauguración del Louvre Abu Dhabi
Visitantes emiratíes, en la inauguración del Louvre Abu Dhabi (Karim Sahib / AFP)

Según la dirección de RTS, las autoridades emiratíes querían saber por qué habían tomado imágenes del mercado y filmad a los inmigrantes. En los interrogatorios, que ambos sufrieron por separado, se les preguntó si colaboraban con un tercer país o con ONGs. Serge Enderlin afirmó que le obligaron a facilitar los códigos de su teléfono móvil al cabo de 25 horas de detención.

En los dos días que permanecieron detenidos no pudieron tener contacto con el exterior y finalmente se les obligó a firmar lo que parecía ser una confesión, escrita en árabe, que no entendieron. Enderlin dijo al canal Al Yazira desde Lausana que los interrogadores “estaban particularmente interesados en otros viajes que había hecho a Qatar en el 2002 y el 2003”. Los Emiratos son aliados de Arabia Saudí en el bloqueo impuesto a Qatar.

Finalmente, los periodistas pudieron volar a Zurich el sábado por la noche, pero dejando atrás su material.

El presidente de la Autoridad de Cultura y Turismo, Mohamed Jalifa al Mubarak, y el príncipe hededero Mohanmed bin Zayed al Nahyan, junto a Emmanuel Macron en la visita oficial al museo del presidente francés
El presidente de la Autoridad de Cultura y Turismo, Mohamed Jalifa al Mubarak, y el príncipe hededero Mohanmed bin Zayed al Nahyan, junto a Emmanuel Macron en la visita oficial al museo del presidente francés (Pool / Reuters)

La apertura del Louvre Abu Dhabi, que contó con la presencia del presidente francés, Emmanuel Macron, no ha estado exenta de polémica. El Gobierno de Irak está investigando si en el museo se exhiben antigüedades robadas en Bagdad durante la invasión de Estados Unidos y sus aliados en el 2003.

Según la oficina del primer ministro iraquí, Haider al Abadi, su gobierno ha creado un comité para verificar informaciones que apuntan a que en el nuevo museo hay piezas babilónicas, asirias, acadias y de la época otomana que podrían proceder de Irak, a fin de reclamar su devolución.

Una estatua de Gadea, príncipe de Lagash, en la antigua Sumeria, en el museo de Abu Dhabi
Una estatua de Gadea, príncipe de Lagash, en la antigua Sumeria, en el museo de Abu Dhabi (Karim Sahib / AFP)

Las autoridades iraquíes calculan que hasta 15.000 objetos fueron saqueados en el 2003, incluidas estatuas y tesoros. Es bien conocido que las tropas estadounidenses no protegieron el patrimonio arqueológico e histórico de Iraq cuando tomaron Bagdad para derrocar a Sadan Husein. También lo es que el Estado Islámico no solo destruyó piezas arqueológicas en el país sino que asimismo traficó con ellas.

La recientemente creada Campaña Internacional para Boicotear a los Emiratos denunció el pasado domingo que en el Louvre de Abu Dhabi hay piezas de Iraq, Siria y Egipto obtenidas de bandas criminales vinculadas a terroristas. La Campaña aboga también por el fin del esclavismo en los Emiratos, el tráfico de seres humanos , y contra la guerra de Yemen, en la que los Emiratos toman parte al lado de Arabia Saudí.