Boeing cruza los dedos. El gigante aeronáutico estadounidense se juega esta semana su futuro. Reinicia los vuelos de prueba con su renovado 737 MAX, para demostrar que su avión más vendido y también más polémico puede volver a surcar los cielos de forma segura.
Tras recibir la autorización de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, los vuelos de prueba se llevarán a cabo en Seattle durante varios días. En concreto, se analizará el funcionamiento de su nuevo software de control de vuelo.
Recordemos que los 737 MAX fueron los protagonistas de dos catástrofes aéreas en pocos meses, en Indonesia y Etiopía, con un total de 346 muertos.
A raíz de esos dos accidentes, muy similares, en los que se cree que falló el software de control de vuelo, este modelo de avión quedó prohibido en todo el mundo. Boeing perdió miles de millones de dólares, una parte de ellos en compensaciones, y se sumergió en una crisis histórica.
El constructor estadounidense esperaba que sus 737 MAX retomaran el vuelo este junio, pero la pandemia de covid ha retrasado todo, además de suponer un golpe terrible para el sector aeronáutico. En el mejor de los casos, pasarán meses antes de que este avión, lastrado por la desconfianza. pueda volver a llevar pasajeros.