Donald Trump puede ser el peor enemigo de Donald Trump y sus posibilidades de reelección. La ventaja de su rival demócrata, Joe Biden, no hace más que agrandarse en las últimas semanas pese a que este, como consecuencia de la pandemia, apenas tiene exposición pública.
Una nueva encuesta nacional eleva a 14 puntos la diferencia entre el demócrata y el republicano. El 50% de los votantes tienen intención de votar a Biden y solo un 36% a Trump, según el sondeo de The New York Times /Siena College. Aunque consistente con las tendencias detectadas por otros sondeos, es la mayor ventaja registrada hasta ahora. El motivo, el fuerte apoyo de los votantes independientes al candidato demócrata, que saca 21 puntos al presidente en esta categoría.
Biden va por delante o igualado con Trump en todas las demás salvo por los votantes registrados como republicanos y los varones blancos sin formación universitaria. El presidente saca 19 puntos al exvicepresidente en este grupo demográfico, que fue clave para su victoria del 2016 en varios estados industriales del Medio Oeste que formaban parte del antiguo muro azul de los demócratas. Este apoyo, hoy por hoy, no le bastaría para repetir el resultado en esos estados. Varias encuestas señalan a Biden como vencedor en estados como Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Según el sondeo de referencia de la Universidad de Quinnipiac, hay más estadounidenses con una opinión negativa de Trump (53%) que de Biden (45%).
Quedan sin embargo algo más de cuatro meses para las elecciones y la campaña de Trump está reconsiderando su estrategia para dar la vuelta a las encuestas, con urgencia tras el fiasco del mitin de Tulsa. Las últimas intervenciones del presidente indican que su apuesta sigue pasando por atizar las divisiones internas del país para mantener movilizada a su base, más que moderar su discurso para intentar recuperar el voto de los independientes. Su equipo vuelve a hablar de organizar debates con Biden, seguros de que el presidente saldrá victorioso.
El Partido Demócrata, entre tanto, ha continuado esta semana su giro a la izquierda a la vista de los resultados de varias primarias. La congresista neoyorkina Alexandria Ocasio-Cortez optará a la reelección en noviembre tras barrer en su distrito y derrotar a una rival de última hora apoyada por Wall Street en un intento de conseguir un candidato más moderado. A falta de escrutar parte del voto por correo, el efecto AOC se tradujo también en la victoria de otro candidato procedente de las filas progresistas del partido, Jamaal Bowman, que derrotó a Eliot Engel, que lleva más de 30 años en su escaño del Congreso.