Un nuevo informe publicado por un grupo de expertos estadounidense señala que es “cuestión de tiempo” que la República Popular China efectúe una invasión militar limitada pero decisiva contra las Islas Senkaku, las disputadas islas del Mar de China Oriental actualmente controladas por Japón.
Publicado por el Instituto Proyecto 2049, el informe titulado “Buques de Guerra Blancos y Pequeños Hombres Azules” hace referencia a la Guardia Costera y a la Milicia Marítima del régimen chino, que experimentaron un dramático crecimiento en la última década junto con la rápida modernización y expansión de la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Los autores del informe, James E. Fanell y Kerry K. Gershaneck, son oficiales militares estadounidenses retirados con décadas de experiencia sirviendo en la comunidad militar y de inteligencia de los Estados Unidos.
La masiva acumulación de poder marítimo por parte del régimen chino y las declaraciones de funcionarios del régimen y oficiales militares se mencionan como prueba de que la agresión se producirá entre los años 2020 y 2030. Este período fue considerado como una “década de preocupación” durante la cual la resistencia contra la coerción del régimen chino, como la ofrecida por Japón o Taiwán, será derrotada por la fuerza.
El informe de Fanell y Gershaneck menciona a Yin Zhuo, un Contraalmirante de la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL), quien reveló en la Televisión de Beijing, en enero de 2013, que el ejército chino tiene planes para una “guerra corta y dura” para apoderarse de las islas Senkaku de Japón, que son reclamadas como las islas Diaoyu por China. La verdadera lucha podría ser muy corta, e incluso podría acabar en unas pocas horas, declaró Yin.
Según el informe, las acciones de la Marina del EPL y la Guardia Costera china han convalidado posteriormente las afirmaciones de Yin. El régimen chino prefiere “nunca disparar un solo tiro”, o disparar el menor número posible de tiros, para lograr el “gran rejuvenecimiento” de la nación china. Un ataque sorpresa a las islas Senkaku parece ser consistente con esta estrategia.
El informe establece que Beijing invadiría las islas Senkaku de la misma manera que le arrebató las islas Scarborough Shoal a Filipinas, valiéndose del apoyo de los pescadores chinos en las islas Senkaku, mientras que la Guardia Costera china, a cambio, los acompañaría para “protegerlos”. Finalmente, a los japoneses les quedaría una de dos opciones: o bien abandonar el territorio, como hizo Filipinas en las islas Scarborough Shoal, o bien defendiéndose contra la intrusión.
Las acciones defensivas de Japón, sin importar la escala, se magnificarían por la propaganda de Beijing y se aprovecharían como excusa para que el régimen chino intensifique el conflicto y cometa nuevas agresiones, añade el informe.
Además el informe señala que Beijing al mismo tiempo que efectúa una invasión a las Senkaku también podría invadir a Taiwán, pero este escenario es menos probable ya que el EPL considera que una guerra exitosa contra Taiwán involucraría un alcance mucho mayor y una operación aun más larga.
Escenario plausible
Las actividades militares chinas alrededor de las islas Senkaku se multiplicaron en los últimos años en términos de volumen y frecuencia tanto de aviones militares como de buques de guerra, un hecho que alertó no sólo a Japón, sino también a Taiwán, que está situado aún más cerca de las Islas Senkaku que Japón.
Aunque el gobierno japonés no ha explicado públicamente cómo defenderá a las Senkaku en el caso de una invasión china limitada y rápida, otro experto dice que la predicción de Fanell y Gershaneck no es descabellada.
“Esta es una guerra híbrida marítima china basada en Sun Tsu”, afirmó Fumio Ota, un vicealmirante retirado de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón que discutió el informe del Instituto Proyecto 2049 con la Gran Época. “China invadirá Senkaku cuando crea de tener la oportunidad, en el momento que Estados Unidos esté involucrado en otras áreas y no pueda apoyar a Japón”.
Ota explicó que el escenario hipotético del informe de una invasión gradual por parte de las fuerzas marítimas del régimen chino, seguida de la ocupación con la guardia costera regular y la armada, es altamente plausible. “El punto común es que crean un control de facto [sobre las islas en disputa] y por lo tanto compilan un hecho consumado [un trato hecho]”.
En el informe figuran recomendaciones desde lo político que sugieren que Estados Unidos aliente la ocupación física japonesa de las islas Senkaku, un acto que, crearía una disuasión adicional contra una imprevista invasión china, aunque algunos argumentaron que llevarlo a cabo implicaría el hecho de estar cruzando la delgada línea roja de Beijing y que podría forzar al gigante asiático a actuar militarmente.
Otra buena contramedida a la conspiración de Beijing, como manifestó Fumio Ota, sería que Estados Unidos reutilizara parte de las islas Senkaku como polígono de tiro para los ejercicios militares estadounidenses, como se hacía antes en el año 1978. Esto enviaría un mensaje claro a Beijing de que Estados Unidos reconoce no sólo el control administrativo sino también la soberanía japonesa sobre las Senkaku