Cerca de 2.500 personas han sido denunciadas como desaparecidas después de que el huracán Dorian azotara las Bahamas hace 10 días, según ha confirmado este miércoles el Gobierno de Nasáu. Eso indica que el número de fallecidos, como ya han advertido las autoridades, puede ser significativamente mayor que la cifra oficial de 50 confirmada hasta la fecha. La lista de desaparecidos, sin embargo, aún no ha sido cotejada con la de las personas evacuadas de Gran Bahama y las islas Ábaco, las más afectadas por el huracán, que han sido acogidas por familiares o se encuentran en los refugios levantados en la capital del país.
Puede ser, por tanto, que algunas de las personas desaparecidas se encuentren en los refugios y aún no hayan podido ser contactadas por sus seres queridos. Tampoco está claro qué requisitos hacen falta para inscribir un nombre en la lista de desaparecidos, y si esta incluye, por ejemplo, a personas por cuyo paradero simplemente han preguntado parientes que residen en otros países.
Más de 5.500 personas han sido evacuadas a la isla de Nueva Providencia, donde se encuentra Nasáu, y de ellas algo más de 2.000 se han registrado en la media docena de refugios repartidos por la capital. En dichos centros, se ayuda a los evacuados a contactar con sus familiares para hacerles saber que están a salvo y cuál es su paradero.
Carl Smith, portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de las Bahamas, ha explicado que se está elaborando una base de datos con los nombres de los desaparecidos, los evacuados y los que se encuentran en los refugios, para facilitar el cotejo de información. “A medida que seamos capaces de cruzar las series de datos, podremos informar a los familiares y reunir a los supervivientes con sus seres queridos”, ha dicho Smith.
Al menos otros 4.000 evacuados han sido trasladados a Estados Unidos, según las autoridades migratorias de ese país. Pero se requiere visado para viajar a EE UU. El propio presidente Trump ha advertido de que “todos necesitan tener la documentación apropiada”. “Debemos tener mucho cuidado”, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca esta semana. “No quiero permitir que gente que no debería siquiera estar en las Bahamas entre en Estados Unidos, incluyendo gente muy mala y algunos miembros de bandas y traficantes de drogas muy, muy malos”.