En los primeros minutos del jueves, la familia Zorreguieta se vio sacudida por la noticia del fallecimiento de Inés Zorreguieta, la más pequeña de los hermanos. Su cuerpo fue encontrado sin vida cerca de la medianoche del miércoles, en su casa del barrio porteño de Almagro (Argentina).
Los movimientos comenzaron cerca de la una de la mañana en la puerta del edificio. Las tareas de los peritos de la Policía Científica y de la Policía de la Ciudad se prolongaron cerca de cuatro horas en ese lugar, con total hermetismo, hasta que un portavoz de la Embajada de Holanda le confirmó el deceso de Inés, de 33 años, al sitio del diario La Nación.
Una vida marcada por la música y sus problemas de salud
Su vida estuvo marcada por la música, los problemas de alimentación y la predilección que Máxima tenía hacia ella, a quien había nombrado madrina de su hija Ariadna, nacida en 2007 en La Haya. La reina consorte de los Países Bajos seguía de cerca sus inconvenientes de salud y hasta intentó convencerla –sin éxito– de mudarse a Holanda para tenerla más cerca.
Nacida en 1984, Inés es hija de Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti Carricart. El secretario de Agricultura en la última dictadura militar ya tenía tres hijos de su matrimonio anterior, con Marta López Gil: María (1956), Ángeles (1958) y Dolores (1965). De la segunda pareja, además de Inés y de Máxima, también nacieron Martín (1972, empresario gastronómico) y Juan (1982, químico). El vínculo más profundo es el que se estableció entre la mayor y la menor de la familia.
Inés tenía apenas 17 años cuando Máxima se casó con el entonces príncipe Guillermo en Holanda. En ese acontecimiento, recibió un trato preferencial, siempre cerca de la actual reina consorte de los Países Bajos.
En paralelo con sus estudios en un bachillerato bilingüe de Palermo, dio clases en canto y guitarra. Esa vena artística la cultivó desde pequeña. “En mi casa siempre se escuchó música. Recuerdo que mis padres ponían canciones de los cincuenta, Ella Fitzgerald, Duke Ellington, por ejemplo. Pero fueron mis hermanos, bastante mayores que yo, los que me hicieron escuchar bandas y composiciones que me gustaron mucho”, dijo en una entrevista con Clarín, en 2014. Entonces se preparaba para cantar en el Festival Nuevas Voces, en el que interpretó canciones de The Beatles, The Doors y Jimi Hendrix.
Muy vinculada con Argentina
Después de terminar el secundario, estudió Psicología en la Universidad de Belgrano, de donde egresó con el título en 2010. Máxima, que la había visitado cuando terminó el secundario, le ofreció entonces continuar con sus estudios en Holanda. Sin embargo, su hermana declinó la propuesta y, en cambio, aceptó trabajar en la oficina Oficina Regional para America Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas, en Panamá. De alguna manera, siguió así los pasos de su hermana mayor, que unos años antes se había desempeñado como economista en la ONU. Allí Inés conoció a un joven argentino, con inició un noviazgo. La relación se rompió en 2012. Ella decidió volver a Argentina.
Los trastornos alimenticios y un cuadro depresivo, inconvenientes que ya había experimentado en el pasado, hicieron que su familia la internara en una clínica de Almagro, en 2012.
En 2014 ingresó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde se desempeñó en el ministerio de Desarrollo Social bajo el ala de Carolina Stanley. Sin embargo, en 2016 recibió una designación en el Estado Nacional que levantó polémica: con las firmas de Stanley y Mauricio Macri, se convirtió en directora de Despacho y Mesa de Entradas de la Dirección General de Administración de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación. ¿El detalle que despertó el enfado en algunos sectores? La designación fue de carácter transitorio, por 180 días, ya que no cumplía con los requisitos para el puesto.
Recibió un nuevo golpe en agosto de 2017, cuando murió su padre, Jorge, después de una lucha contra la leucemia.