La ola de frío extremo que azota al oeste de Estados Unidos ya ha dejado un saldo provisional de al menos 7 muertos y paralizado a medio país. Este jueves tampoco abrirán las aulas y muchos negocios permanecerán cerrados.
Con temperaturas más gélidas que las del Polo Sur o Alaska, muy pocos son los que se atreven a desafiar el peligro de congelación inmediata.
Las temperaturas han llegado a caer por debajo de los 30 grados bajo cero en Chicago, más frío que en la Antártida, y casi por debajo de los 40 grados en Dakota.
Un hombre de 70 años apareció este jueves congelado en Detroit, y las autoridades también achacan al mal tiempo la muerte de tres personas en accidentes de tráfico en esta región del medio-oeste del país.
En Chicago, epicentro de esta tormenta, la mayoría de las empresas han pedido a sus empleados que no vayan a trabajar.