Mortífero atentado suicida en Afganistán deja al menos 55 muertos y más de un centenar de heridos en una mezquita chií en Kunduz, al noreste del país. El ataque kamikaze se produce cinco días después de otro ataque en Kabul contra una mezquita reivindicado por la rama local del Dáesh, la llamada del Gran Jorasán.
“Estaba trabajando en casa. Sonó la llamada a la oración y entonces escuché una explosión. Cuando fui a buscar a mis familiares a la mezquita, vi a muchos fieles yaciendo en el suelo, sin que pueda precisar el número exacto”, decía este testigo de la masacre.
Los chiíes, representados en este país por los hazaras, son una minoría perseguida tanto por los talibanes como por el Estado Islámico
Para los talibanes que controlan la mayor parte d el país, la principal amenaza procede del grupo Estado Islámico del Gran Jorasán que dispone de entre 500 y varios miles de combatientes en el territorio afgano.
El atentado, que aún ha sido reivindicado es el ataque terrorista más mortífero en Afganistán desde la salida de los últimos soldados estadounidenses y extranjeros el pasado 30 de agosto.