El vídeo de dos jóvenes que practicaban esquí acuático en los canales de Venecia despertó la indignación de muchos de sus habitantes y sobre todo del alcalde de la ciudad italiana, Luigi Brugnaro, quien prometió pagar una cena “a quien pueda identificar a esos dos imbéciles“. Finalmente, horas más tarde el funcionario confirmó que los “surfistas” fueron identificados y sus tablas confiscadas.
El video, que se volvió viral en el país europeo, muestra a dos jóvenes que pasan arrastrados por una lancha a toda velocidad por el Gran Canal de Venecia haciendo esquí acuático.
Los transgresores provocaron en el canal el llamado “moto ondoso“, fenómeno que se crea cuando las olas golpean contra las orillas de la ciudad tras el paso de las embarcaciones y que es uno de los grandes problemas de la villa.
Uno de los surfistas de Venecia, que ya fue indetificado
“Aquí dos imbéciles prepotentes que se están burlando de la ciudad. Pido a todos que nos ayuden a identificarlos para castigarlos aunque nuestras armas no sean tan contundentes. ¡Necesitamos urgentemente más competencias para los alcaldes en materia de seguridad pública!”, dijo Brugnaro en su perfil de Facebook, y acompañó el texto con las imágenes. El alcalde de la Ciudad de los Canales ofreció además una cena a quien pueda localizarlos.
Horas mas tarde fue el propio alcalde quien confirmó que los jóvenes habían sido identificados. Dijo que sus tablas ya habían sido confiscadas y que los dos serían detenidos pronto.
En la página de Facebook “Venecia no es Disneyland”, que se ocupa de denunciar los comportamientos de visitantes y turistas que ponen en peligro la ya frágil ciudad también atacó a los jóvenes y pidió “medidas ejemplares“.
El funcionario no especificó el castigo que enfrentarán, pero la ciudad tiene una larga lista de normas que regulan el comportamiento de los visitantes.
Venecia lleva mucho tiempo sufriendo un turismo excesivo y, con él, faltas de decoro de los visitantes. La ciudad multó a dos viajeros alemanes con 1.000 dólares en 2019 por hacer café en el puente de Rialto, de 430 años de antigüedad. Los visitantes también tienen prohibido bañarse en los canales y comer en las escaleras de los monumentos.
A partir del año que viene, los viajeros de entrada por salida en un día tendrán que pagar una tarifa de visitante para ayudar a compensar los elevados costos de prestación de servicios en la ciudad de los canales.
Hace unos días, Venecia registró uno de sus datos más nefastos cuando descendió de los 50.000 habitantes. La ciudad italiana ha perdido más de 120.000 residentes desde principios de los años 50.
Para proteger Venecia, el Gobierno italiano aprobó el pasado año un decreto con el que se prohíbe el paso de cruceros y barcos de grandes dimensiones frente a la ciudad y desde el año que viene se exigirá reservar para poder entrar a su centro histórico.
Las asociaciones de vecinos de Venecia como “Tutta la città insieme” han lamentado que la ciudad se esté “vaciando de su propia vida” y han pedido al ayuntamiento que tome medidas para proteger este tesoro o los venecianos se convertirán “en reliquias”.
Con información de agencias