Estados Unidos ha impuesto nuevas sanciones a 13 altos funcionarios venezolanos, aumentando la presión sobre el asediado gobierno de Nicolás Maduro, mientras los activistas de la oposición continuan con una huelga de 48 horas en protesta contra una próxima votación que dicen que marcará el final de la democracia.
Las sanciones reveladas ayer miércoles a funcionarios actuales y antiguos del gobierno, oficiales militares de alto rango y administradores de la petrolera estatal conocida como PDVSA por presuntos abusos contra los derechos humanos, socavando la democracia y la corrupción.
“Cualquier persona elegida para la asamblea constituyente nacional debe saber que su papel en socavar procesos democráticos e instituciones en Venezuela podría exponerlos a posibles sanciones estadounidenses”, dijo el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin.
Los objetivos incluyen Néstor Reverol, ministro del Interior para la seguridad, que ha ayudado a dirigir la represión contra cuatro meses de disturbios políticos; Jefe del ejército Jesús Suárez; El director de policía nacional Carlos Pérez; Y el vicepresidente de finanzas de PDVSA, Simón Zerpa.
Reverol, ex jefe de la agencia antidrogas venezolana y director de la guardia nacional, fue promovido a su cargo actual el año pasado, un día después de que Estados Unidos lo acusara de cargos de narcotráfico.
Otros objetivos fueron el director de elecciones nacionales, Tibisay Lucena, quien ha frustrado repetidamente los esfuerzos de la oposición para buscar reemplazar al gobierno de Maduro por medios constitucionales. Los líderes de la oposición acusan a Lucena de bloquear el intento del año pasado de celebrar un referendo revocatorio contra el presidente.