Vasili Golubev, gobernador en la región rusa de Roston -en la frontera con Ucrania- denunció un “ataque terrorista” perpetrado por un dron “kamikaze” y que provocó severos daños en la refinería de petróleo de Novoshakhtinsk -la segunda más grande de Rusia-. El incidente enfureció al Kremlin.
Golubev culpó a las tropas ucranianas de haber orquestado el ataque. Sin embargo, las autoridades de ese país no se manifestaron al respecto. Según divulgó la agencia rusa TASS, se trataba de una pequeña nave de “aspecto barato” que estaba personalizado para “explotar al instante”.
Horas después de darse a conocer la información, comenzaron a circular en redes sociales videos del dron en el momento exacto en el que provoca la explosión de un intercambiador de calor. La colisión derivo en un gran incendio que requirió de decenas de dotaciones de bomberos para apagarlo.
La refinería tuvo que detener la producción para poder evaluar los daños. La instalación industrial cuenta con una capacidad L anual de hasta 7,5 millones de toneladas y comenzó a operar en 2009. Este ataque sigue a una serie de explosiones e incendios en el oeste de Rusia.
Según funcionarios rusos, dos helicópteros artillados ucranianos atacaron en abril un depósito de petróleo en Belgorod, provocando un incendio enorme. demás ofensivas afectaron también instalación de almacenamiento de municiones o campos de entrenamiento.