El imputado Osiris Díaz Medina estaba en una finca allanada en Monte Plata
SANTO DOMINGO (República Dominicana).- El Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) arrestaron a uno de los prófugos de la Operación Falcón que, además, es requerido por Estados Unidos por cargos de narcotráfico y lavado de activos.
El dominicano Osiris Díaz Medina fue arrestado por un equipo élite integrado por fiscales y un personal táctico utilizado solo en operaciones de crimen organizado en una finca localizada en el municipio Sabana Grande de Boya, provincia Monte Plata.
El allanamiento se hizo amparado en la orden número 668-2022-SAJP-00513, dictada por la jueza Carmen Daniela Araujo, de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Judicial de Monte Plata.
En el lugar se ocuparon armas de fuego (larga y corta). Además, documentaciones, dispositivos electrónicos, decenas de gallos y evidencias relacionadas a la Operación Falcón, con la cual el Ministerio Público desmanteló una amplia red de narcotráfico y lavado de activos.
La Operación Falcón forma parte de la nueva política de persecución en contra del crimen organizado implementada por la gestión de la actual procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, y el presidente de la DNCD, vicealmirante José Manuel Cabrera Ulloa, en coordinación con varias agencias de seguridad del Estado dominicano, así con la cooperación internacional de Estados Unidos, a través de sus agencias de investigación.
Junto a Díaz Medina fueron arrestados además Francisco Alberto Medina Díaz, Mártires De la Rosa Castro y Santo Bueno.
El entramado criminal desmantelado con la Operación Falcón se sostenía con dinero producto del narcotráfico y se dedicaba a adquirir estaciones de gasolina en diferentes puntos del país, como forma de lavar los capitales que acumulaba.
Además, lavaban dinero a través de negocios de entretenimiento, de compra y venta de vehículos, incluyendo de automóviles de alta gama, bancas de apuestas, y compra y remodelación de inmuebles.
La red, que tenía su mando de operación en la provincia de Santiago, contaba con ramificaciones en distintos puntos del país.
Un punto neurálgico era el municipio Miches, desde donde transportaban miles de kilos de drogas y adquirieron múltiples propiedades, desde estaciones de gasolina hasta todas las rutas de transporte del municipio.
El grupo de imputados tenía también su propio ‘dealer’ para activar sus líneas de telefonía móvil, en la que usaban sobre todo teléfonos tipo BlackBerry, con el fin de dificultar las interceptaciones telefónicas de las autoridades.
Entre los imputados de la red figuran María Olimpia Tavares Rodríguez (Oli y/o La Princesa); Juan Maldonado Castro (Marcial y/o El Líder), Víctor Elpidio Altagracia Paulino Herrera (El Gordo), Luis Daniel Nieves Batista, Adolfo Antonio Torres Sanabia (Tony y/o Presidente), Julio César Jiménez Talavera (domínico-venezolano) y Juan Bautista Carpio Reynoso.
También, José Alejandro de la Cruz Morales (Omar La Moña); Raúl Antonio Castro Mota, Yana Iris Maldonado Castro, Angélica María Maldonado Peralta, Lenin Bladimir Torres Bueno, Marisol López Ceballos, Delfina Asunción Polanco, Ana Margarita Collado Marte, Erich Fernando Meléndez Gómez, José Miguel Castillo Taveras (Migue), Elva Teresa Polanco, Juan Carlos Durán Rodríguez, Javier Antonio Tavares Rodríguez, Felipe Espino Germán, Andrés Guzmán Collado y Amadeo Garibaldi Read Ruiz.