Un acuerdo confidencial entre Jeffrey Epstein y Virginia Giuffre, que podría ser clave para un caso legal que involucra al príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel de Inglaterra, fue publicado este lunes en Nueva York. Según trascendió, Epstein pagó 500.000 dólares a Virginia Giuffre como compensación por sus abusos sexuales.
El acuerdo de 2009 entre Epstein, el financierofallecido en prisión, acusado de graves cargos de tráfico y abuso sexual, y Virginia Giuffre, antes conocida como Virginia Roberts, su esclava sexual, se abrió luego de una orden de los jueces estadounidenses.
“Por la presente, libere, absuelva, satisfaga y libere para siempre a dichas Segundas Partes y a cualquier otra persona o entidad que pudiera haber sido incluida como un acusado potencial (“otros acusados potenciales”) de todas las acciones de Virginia Roberts”, establece el acuerdo.
Parece que el duque se basa en la vaga categoría de “otros posibles acusados” para incluirlo. Pero la apertura no ha anulado la audiencia del martes, donde debe decidirse su suerte.
El texto no menciona al príncipe Andrés ni a Alan Dershowitz, a quien Giuffre acusa de mala conducta sexual.
Giuffre está demandando a Andrés por presuntamente agredirla sexualmente tres veces cuando era una adolescente.
Audiencia clave
Este martes, un juez de Nueva York debe escuchar los argumentos sobre si debe desestimar su demanda civil, que busca daños y perjuicios no especificados.
Giuffre afirma que fue traficada por Epstein para tener relaciones sexuales con el duque de York cuando tenía 17 años, era menor de edad según la ley estadounidense, y fue fotografiada con la realeza y Ghislaine Maxwell durante el período en que tuvo lugar la supuesta relación.
Virginia Giuffre, supuesta víctima de los abusos sexuales de Jeffrey Epstein, tras una audiencia judicial en Nueva York en 2019. Foto: REUTERS
Andrés, que no ha sido acusado de delitos penales, ha negado las acusaciones y su equipo legal ha calificado la demanda como “infundada”.
Los problemas del príncipe
El juez dijo el sábado que el príncipe Andrés no puede bloquear la demanda de la acusadora Virginia Giuffre, con el argumento de que ya no vive en Estados Unidos.
La acusadora del príncipe insiste en que es residente de EE.UU, aunque tenga una casa en la ciudad australiana de Perth, donde vive hace dos años, y que la demanda puede continuar.
El caso del duque de York, hijo favorito de la reina Isabel, se agrava ante la condena de su amiga Ghislaine Maxwell, en cuya casa en Belgravia se habría producido el abuso sexual.
Maxwell fue acusada de abusar de niñas vulnerables y atraerlas a salas de masajes para que Epstein abusara sexualmente de ellas entre 1994 y 2004.
Fue condenada culpable por un jurado en Nueva York y le espera una condena de unos 65 años de cárcel, salvo que haga un acuerdo con los fiscales. Ella espera apelar porque se considera un “chivo expiatorio”, tras el suicidio de Epstein en la cárcel.
Ghislaine Maxwell con Jeffrey Epstein, en una imagen de archivo Foto: Oficina del Fiscal de Estados Unidos SDNY
¿Qué dice el acuerdo?
Antes de la publicación del texto el lunes, los abogados del duque de York han argumentado que el acuerdo firmado entre Epstein y Giuffre libera de responsabilidad al príncipe británico porque cubre “derechos de autor”. Epstein había insistido en que se aplicaría a cualquier persona que Giuffre pudiera demandar.
Pero los abogados de Giuffre dicen que el acuerdo se aplica “como máximo” a las personas involucradas en un litigio subyacente en Florida, lo que excluye al príncipe Andrés.
Dicen que el segundo hijo de la reina no debería usar el acuerdo de 2009 como una “tarjeta para salir de la cárcel”.
Las coartadas judiciales
La liberación del acuerdo se produce después de que los abogados del duque pidieron que se detuviera o desestimara la demanda en su contra porque Giuffre vive en Australia. Argumentaron que esto significaba que la corte de Nueva York podría no tener “jurisdicción” sobre la demanda.
Pero esto fue rechazado por el juez federal Lewis A. Kaplan el sábado pasado, quien les dijo a los abogados de Andrés que debían entregar los documentos en el horario establecido en la demanda.
El equipo legal de Giuffre describió la solicitud del equipo legal de la realeza como “otra de una serie de intentos cansados del príncipe Andrés para esquivar y esquivar los méritos legales”, del caso civil.
Jeffrey Epstein se suicidó en la prisión de Nueva York donde cumplía condena por tráfico sexual, en 2019. Foto: AP
Sus abogados han pedido una gran cantidad de información a los defensores de Andrés mientras investigan su entrevista con la BBC Newsnight, cuando dijo que estaba visitando un Pizza Express el día del supuesto encuentro sexual. Esa fue su coartada para decir que no había visto en esa fecha a la presunta abusada.
Solicitaron documentos de viaje que detallen los movimientos de Andrés en los aviones de Epstein y en sus diversas casas, la visita del duque a Pizza Express en Woking y el club nocturno Tramp de Londres, donde Giuffre alega que bailó con Andrew, que sudaba mucho, antes de tener relaciones sexuales.
En su entrevista con Newsnight, el duque afirmó que tenía una condición médica en ese momento,por el stress como piloto de helicópteros en la guerra de las Malvinas , que le impedía transpirar. Los abogados le exigen documentación médica que lo pruebe. No la tiene.
El trato que la acusadora del príncipe Andrew hizo con Jeffrey Epstein no descarta explícitamente acciones legales contra la realeza.
La difusión del acuerdo
El acuerdo que Virginia Roberts Giuffre alcanzó con el delincuente sexual convicto Epstein en 2009 fue hecho público por un juez de Nueva York el lunes. El martes se iniciará la audiencia para saber si el el príncipe es liberado o no del juicio.
Esta apertura se produce antes de una audiencia judicial crítica, cuando Andrew Brettler, el abogado del duque de York con sede en Los Ángeles, intentará persuadir a Lewis Kaplan, el juez, de que desestime el caso.
Argumentará que el acuerdo de conciliación que Giuffre hizo con Epstein le da derecho al príncipe Andrés a una “liberación completa” de la demanda.
Afirmará que, como miembro de alto rango de la familia real, el duque entra en una de las “categorías expresamente identificadas” de personas exoneradas de responsabilidad, en el marco de ese acuerdo.
Sin embargo, el documento no nombra al duque y solo contiene referencias opacas y amplias a los asociados de Epstein, que se espera generen disputas legales de alto riesgo por ambas partes. El abogado David Boies, que representa a Giuffre, describió el acuerdo como “irrelevante” para el caso.
Giuffre, ahora de 38 años, afirma que fue obligada a tener relaciones sexuales con el príncipe en tres ocasiones distintas en 2001, cuando tenía 17 años, en Londres, Nueva York y en la isla caribeña privada de Epstein. Ella busca daños no especificados.
Actualmente, la audiencia remota representa la única oportunidad que tiene el duque de que se desestime el caso.
Si fracasa, se enfrenta a la perspectiva de un largo proceso de descubrimiento y deposición, que podría involucrar a miembros cercanos de la familia y a sus agentes de protección policial, antes de un juicio en el mes de septiembre.
El príncipe Andrés de Inglaterra niega las acusaciones. Foto: AFP
Se cree que es poco probable que el duque se comunique digitalmente con la audiencia de media tarde, que se espera que dure alrededor de una hora. Esperará a que su equipo legal le informe inmediatamente después. Se espera que el juez Kaplan dé a conocer su decisión al final de la audiencia o emita un fallo por escrito en unos días.
Si pierde, Brettler le ha pedido a Giuffre que brinde más detalles sobre sus acusaciones, alegando que su demanda es “ambigua y totalmente desprovista de acusaciones fácticas” sobre el incidente de Nueva York.
El duque se enfrenta a una presión sin precedentes, tras la condena de su amiga cercana Ghislaine Maxwell por cargos de tráfico sexual la semana pasada.
Guerra interna en la familia real
Al mismo tiempo el príncipe enfrenta violentos enemigos dentro de la familia real, que filtraron a The Sunday Times que Andrés debía perder su título de Duque de York, ser confinado internamente y dejar de vivir en la casa de la reina madre, en el parque de Windsor, al lado de la reina Isabel.
El príncipe Carlos, su hermano, y William, duque de Cambridge, ambos futuros reyes, apoyan esa posición y que jamás vuelva a ser parte de la familia real, cuando se encuentran en plena crisis.
Pero la reina debe decir sobre el título, que Andrew heredó de su abuelo George, y que solo la soberana puede arrancarle cuando es su hijo favorito. Es con ella quien almuerza todos los días en Windsor.
La retención por parte del duque de sus títulos militares, incluido el codiciado coronel de la Guardia de Granaderos, también ha resultado cada vez más polémico.
Julian Perreira, un veterano de la Guardia de Granaderos, se convirtió el domingo por la noche en el primero en pedir al duque que renunciara a su cargo de coronel del regimiento. En este regimiento, con participación en Irak y Afganistán, la presencia de Andrés como jefe máximo continua “mancharía” su historia.
También generales de los siete regimientos que el duque preside insisten con que la soberana deberá elegir entre la reputación de la monarquía y esos cargos honoríficos de su hijo, que avergüenza a los regimientos que lo tienen de jefe.
Un vocero del palacio de Buckingham desmintió el domingo que el duque fuera deshonrado y dijo, que no comentaba sobre especulaciones.
Sin embargo, desde hace algún tiempo se llevan a cabo discusiones tentativas sobre una reorganización más amplia de los roles militares de la realeza. Los cortesanos también han estado debatiendo qué medidas se necesitarán para proteger a la monarquía si el duque pierde el caso civil.
París, corresponsal
CB