Rusia registra casi 35.000 muertes relacionadas con la COVID-19 en noviembre y 116.000 fallecimientos desde enero. Se trata de un recuento muy superior al que hasta ahora venía haciendo el Gobierno del país, que se convierte en uno de los más afectados por la pandemia.
Y es que las muertes en noviembre son más del doble de las que el Kremlin había contabilizado antes. Mientras el centro de crisis anticoronavirus hablaba de algo más de 12.000 fallecidos, el recuento del servicio federal de estadística, Rosstat, habla de más de 35.000. Lo mismo sucede con el recuento de abril a noviembre, en el que la cifra oficial de muertes ha pasado de más de 40.000 a 116.000.
Se trata de la primera vez que la oficina hace públicos los datos mensuales detallados. Confiando en la eficacia de su vacuna, Rusia no ha realizado confinamientos severos para tratar de salvaguardar su economía.
Rusia se coloca así como el tercero de los países más afectados por la enfermedad después de Estados Unidos y Brasil.