La pandemia sigue, pero Rusia no quiere esperar más. Las autoridades rusas han levantado restricciones ligadas a la lucha contra la propagación de la COVID-19 y Moscú, la capital del país, ha anunciado la vuelta a la “normalidad” a pesar de que se siguen registrando miles de nuevos contagios diarios en todo el país: en las últimas 24 horas fueron casi 9.000.
En un mensaje televisado, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, ha anunciado que pone fin al confinamiento vigente desde finales de marzo. Una medida válida para todos los moscovitas, incluidos los ancianos y las personas vulnerables.
“Planeamos reabrir los restaurantes en dos etapas. El 16 de junio, las terrazas de verano reanudarán su trabajo y una semana más tarde se reabrirán los servicios de comida. Por último, el 23 de junio planeamos levantar las restricciones al trabajo de la industria del deporte, reabrir las piscinas y los centros de salud y fitness”.
Enojo e incomprensión ante la cuarentena de 14 días para los viajeros en el Reino Unido
La cuarentena de 14 días para todos los que lleguen al Reino Unido sigue causando enojo e incomprensión dentro y fuera del país. La bióloga francesa Chantal Baudin opina que en estos momentos los franceses no suponen ningún riesgo a la hora de viajar:
“Imponer una cuarentena el 8 de junio es inexplicable en términos de gestión de riesgos. Sobre todo por la paradoja de que en Inglaterra el uso de mascarilla no es obligatorio”.
Mientras que Europa desciende lentamente por la cuesta de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que a nivel global la situación está empeorando. En el mundo ya se han registrado casi 7 millones de casos de COVID-19 y más de 400.000 muertos.
“Después de más de seis meses de pandemia, no es momento para que nadie levante el pie del freno”, advierte el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En Sudáfrica, por ejemplo, los niños vuelven a clase, pese a la rápida propagación del virus. Es uno de los países más afectados de África, con casi 51.000 casos registrados.
En sentido contrario, Israel frena a toda prisa en la desescalada, debido a un pico de muertes por COVID-19. Más de 16.000 niños y profesores han sido puestos en cuarentena tras la reapertura de los colegios.