La pandemia de coronavirus sigue abriéndose paso en Rusia, que se ya se ha convertido en el segundo país del mundo con más contagios, con 232.000 casos, solo por detrás de Estados Unidos.
Sin embargo, las autoridades apenas reconocen 2100 fallecidos, una tasa de mortalidad varias veces inferior a la media mundial que está llevando a medios y críticos a acusar a las autoridades rusas de manipular los datos.
Algunos medios internacionales, como el Financial Times, mantienen que en Rusia la cifra de muertos por el coronavirus puede ser en torno a un 70 por ciento mayor de lo que reconocen las autoridades sanitarias, algo que el gobierno ruso niega en rotundo.
Francia en vigilancia máxima
En Francia, la población vuelve a disfrutar de pequeños placeres cotidianos como ir al mercado, aunque ahora, de forma muy distinta. Se acabaron las multitudes joviales toqueteando la fruta. Los plásticos cubren los puestos, la compra se hace en sentido único y manteniendo las distancias.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, pide civismo: “Los parisinos se comportaron bien durante el encierro y ahora quieren salir. Mucha gente vive en pequeños apartamentos, pero eso no es excusa para no tener cuidado, si bien también depende de nosotros organizar la ciudad”.
El Reino Unido supera los 40.000 muertos al tiempo que empieza a desconfinar
El Reino Unido acaba de superar la barrera de los 40.000 muertos por coronavirus, precisamente cuando arranca el plan de desconfinamiento. El Gobierno ha anunciado que seguirá pagando cuatro meses más el 80 % del salario de los trabajadores afectados por suspensiones de empleo.
“Siete millones y medio de puestos de trabajo han sido suspendidos. Empleos que podríamos haber perdido si no hubiéramos actuado -explicó ante el Parlamento el ministro de Finanzas, Rishi Sunak-. Hemos respaldado a cerca de un millón de negocios que podrían haber cerrado.”
Entretanto, España avanza en la desescalada con pies de plomo. Para evitar los casos importados, el gobierno ha decretado que, a partir de este viernes, todos los viajeros que lleguen del exterior deberán pasar una cuarentena de 14 días.
“Creo que es necesario para que podamos pasar la página y olvidarnos de todo esto“, comenta un turista extranjero.
El momento en el que el turismo internacional pueda volver a las playas españolas se aleja cada vez más.