La policía de varias ciudades bolivianas decidió este viernes amotinarse y no obedecer la orden de reprimir las protestas que desde hace semanas se extienden por el territorio en contra del resultado de las elecciones de 20 de octubre, tras las que el presidente Evo Morales fue declarado vencedor por la junta electoral.
La oposición, especialmente sus dos cabezas visibles -Luis Fernando Camacho, líder del comité cívico de la región oriental de Santa Cruz, y al expresidente Carlos Mesa (2003-2005), de la alianza opositora Comunidad Ciudadana- denuncia un fraude en la primera vuelta de los comicios, una acusación que está siendo investigada por la OEA.
“No hay motín”, según las autoridades
Los altos mandos políticos, por el momento, restan importancia a los motines.
De hecho el comandante general de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, aseguró que los policías no están amotinados sino “acuartelados”, aunque en algunas comisarías aparecieron carteles con palabras como “motín policial”.