El mensaje es claro “Deja ya mismo esa gaseosa”. Expertos llegaron a esta conclusión tras analizar a más de 451,000 personas de 10 países de Europa. Encontraron que quiénes consumen más de dos refrescos al día, con o sin azúcar, tenían un riesgo más alto de morir, en comparación a las personas que tomaban estas bebidas menos de una vez al mes.
“Encontramos que un consumo más alto de refrescos se asociaba con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa, independientemente de que se consumieran bebidas endulzadas con azúcar o con edulcorantes artificiales”, explicó el autor del estudio, Neil Murphy, científico de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de Lyon, en Francia.
Y agregó: “Nuestros resultados en cuanto a los refrescos endulzados con azúcar proveen más respaldo para limitar el consumo y reemplazarlos con bebidas más saludables, preferiblemente el agua”.
No es la primera vez que se realizan investigaciones sobre los efectos de los refrescos en la salud. Por trabajos anteriores, se sabe que estas bebidas pueden aumentar el riesgo de sobrepeso u obesidad, afectar la forma en que el cuerpo usa la insulina y elevar la inflamación.
Según los autores del nuevo trabajo, este coctel sentaría las bases para un mayor riesgo de muerte prematura. Sin embargo, aclararon que, a pesar de haber encontrado una asociación, su estudio no prueba una relación causal. Es decir, es posible que las personas que consumen refrescos tengan otros hábitos que pudieran aumentar los probabilidades de muerte, como fumar o tener una dieta menos saludable. Sus hallazgos se publicaron en JAMA Internal Medicine.
Consecuencias de los refrescos
Para la investigación, los especialistas analizaron los datos de 451,000 personas de 10 países (Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Países Bajos, Noruega, España, Suecia y el Reino Unido). La edad promedio de los participantes era de 51 años y el seguimiento se realizó durante 16 años. Tras este período, se encontraron con los siguientes resultados:
- Quiénes bebían más de dos refrescos al día, tenían una mayor probabilidad de muerte prematura, en comparación a quiénes lo hacían solo una vez al mes.
- Quiénes consumían más de un refresco al día, endulzado con azúcar o con edulcorantes artificiales, tenían un riesgo más alto de morir de cáncer de colon y de enfermedad de Parkinson, en comparación con las que bebían solo una vez al mes.
- Quiénes consumían más de un refresco endulzado con azúcar al día tenían un riesgo más alto de morir de enfermedades digestivas, en comparación con las que bebían solo una vez al mes.
- Quiénes consumían más de un refresco con edulcorantes artificiales al día tenían un riesgo más alto de morir de enfermedades circulatorias, como la enfermedad cardiaca, en comparación con las que bebían menos de uno al mes.
Murphy dijo que los investigadores intentaron tomar en cuenta factores como el índice de masa corporal (IMC), un cálculo de la grasa corporal basado en la estatura y el peso, y el tabaquismo. Sin embargo, siguieron encontrando una asociación entre beber más refrescos y un riesgo más alto de morir.
Respuesta de las empresas
Frente a estos resultados y otros similares, los representantes de las industrias de las bebidas y edulcorantes instaron a las personas a no reaccionar de forma exagerada ante los hallazgos. Robert Rankin, presidente del Consejo de Control de las Calorías, señaló que los edulcorantes bajos en calorías o sin ellas son “una herramienta importante para la gestión del peso y para los que gestionan la diabetes“.
La Dra. Keri Peterson, asesora médica del consejo, añadió que “la seguridad de los edulcorantes bajos en calorías o sin ellas se reafirmó una y otra vez por las principales agencias reguladoras y gubernamentales de todo el mundo”.
William Dermody Jr., vocero de la Asociación Americana de las Bebidas, ofreció una opinión similar: “Es seguro consumir refrescos como parte de una dieta equilibrada, y los autores de este estudio reconocen que su investigación no indica lo contrario”.
Sin embargo, la Dra. Maria Anton, endocrinóloga en el Hospital Long Island Jewish Forest Hills de Northwell Health, dijo que el consumo excesivo de refrescos y otras bebidas ricas en azúcar y edulcorantes artificiales se convirtió en la norma de muchas personas. “Pueden contribuir al aumento de peso y a un mal control del azúcar en la sangre, empeorando afecciones existentes, como la diabetes”.
Anton explicó que estos hallazgos sugieren que es probable que el azúcar no sea el único ingrediente malsano de los refrescos. “Los pacientes de este estudio que consumían con regularidad bebidas libres de azúcar y con edulcorantes artificiales también tuvieron un mayor riesgo de morir”, apuntó.
Finalmente, la dietista Samantha Heller, señaló que muchos factores podrían contribuir al vínculo entre el consumo de refrescos y el riesgo de muerte. Pero, afirmó que la conclusión es que las personas no necesitan beber refrescos. “El mercadeo y la publicidad fomentan el consumo de bebidas con un sabor dulce. En realidad, no hay necesidad de tomarlas”. En su lugar, alentó a consumir agua, soda o té.