Una compañía rusa de arrendamiento financiero presentó a un tribunal de Chicago una demanda contra la empresa Boeing que busca cancelar, por motivos de seguridad, la compra previamente contratada de 35 aviones de la modificación 737 MAX.
Según informa Financial Times, el caso de Avia Capital Services es el primero de este tipo después de que centenares de personas murieran en dos accidentes aéreos atribuidos preliminarmente a defectos técnicos del modelo 737 MAX.
La empresa denunciante, una subsidiaria del consorcio estatal ruso Rostec, sostiene que los dos siniestros, que tuvieron lugar en Etiopía e Indonesia, fueron consecuencia de “acciones y decisiones negligentes de Boeing” al diseñar un avión “defectuoso” y ocultar “información crítica” durante la certificación del regulador de seguridad aérea de EE.UU.
Asimismo, el fabricante estadounidense habría ocultado “intencionalmente” a sus clientes datos cruciales sobre la aeronavegabilidad de los aviones MAX para mejorar las ventas.
Para garantizar la entrega de los aviones, Avia Capital Services transfirió a Boeing un depósito de 35 millones de dólaresantes de que el modelo fuera puesto fuera del servicio. Ahora exige que esa suma le sea devuelta juntamente con los intereses. También solicita 75 millones de dólares como compensación por los beneficios perdidos y 115 millones de indemnización por daños y prejuicios.
La queja fue presentada el lunes al juzgado de circuito del condado de Cook, en Chicago. La compañía rusa advierte que habrá más demandas de índole similar contra Boeing en el futuro próximo. “Creo que verán como otros operadores presentan demandas en los próximos meses”, estimó el abogado Steven Marks, del panel legal que prepara el juicio. Esta será “la primera de muchas en llegar”, afirma.
La explotación de los aviones 737 MAX fue suspendida en marzo después de los accidentes aéreos sucedidos en octubre de 2018 y marzo de 2019, que se saldaron con la muerte de 346 personas. Las investigaciones oficiales sobre ambas catástrofes continúan y Boeing no puede entregar ninguno de sus aviones MAX hasta que los reguladores los declaren seguros.
A causa de esta suspensión, la compañía registró el mes pasado su mayor pérdida trimestral y advirtió que podría tener que detener completamente la producción del MAX si los reguladores no presentan pronto una evaluación. La aerolínea de bajo coste saudita Flyadeal fue la primera que canceló su pedido de 50 aviones a favor de un acuerdo con Airbus.