Funcionarios federales de salud pública están urgiendo a los ciudadanos a tomar precauciones para protegerse a sí mismos contra un parásito microscópico que puede vivir durante días en las piscinas y en parques infantiles de agua y causar problemas intestinales severos.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades publicaron un informe la semana pasada sobre el aumento del número de brotes causados por el parásito fecal Criptosporidio, más conocido como “Cripto”.
El parásito, una causa común de las enfermedades relacionadas con el agua en EEUU, causa criptosporidiosis, una afección caracterizada por náuseas, vómitos y “diarrea acuosa”que puede durar semanas, según el Centro de Control de Enfermedades. Aunque la mayoría de los casos no requieren tratamiento médico, los expertos en salud pública advierten que el parásito puede suponer un gran riesgo a las personas especialmente jóvenes o a adultos mayores que tengan sistemas inmunológicos comprometidos y están en riesgo de “una desnutrición que amenaza la vida”.
La advertencia fue publicada en el informe semanal reciente del Centro de Control de Enfermedades sobre Morbilidad y Mortalidad, que subrayó un promedio de 13% de aumento en brotes de criptosporidiosis cada año, desde el 2009 hasta el 2017.
El Centro de Control de Enfermedades dijo que en la década anterior, hubo más de 400 brotes reportados en EEUU, que dejaron enfermas a cerca de 7.500 personas. De esos, más de 200 personas fueron hospitalizadas, y una persona murió a causa de la enfermedad, según el informe.
La causa más común de los brotes es tragar agua contaminada en parques recreativos, apuntan los investigadores.
En cerca del 35% de los brotes, las enfermedades se vincularon a piscinas y parques de juegos acuáticos, dice el informe. El contacto con personas infectadas representa el 13%.
Michele Hlavsa, que lidera el Programa de Natación Saludable del CDC, dijo en un informe la semana pasada que “los niños más pequeños pueden ponerse gravemente enfermosy propagar fácilmente Cripto”.
“Ellos no saben cómo usar el inodoro y lavarse las manos, o simplemente están aprendiendo a hacerlo”, dijo ella. “Pero nosotros como padres podemos ayudar a mantener sanos a nuestros niños en el agua, con los animales y en la guardería”.
El criptosporidio vive en los intestinos de las personas infectadas y en las heces que expulsan algunos animales, según la CDC. Los expertos en salud pública dicen que incluso pequeñas cantidades de heces infectadas en las manos o en los trajes de baño pueden contaminar alimentos, bebidas o piscinas, y otras personas que lo ingieren también pueden infectarse.