Cada día que pasa se hace más difícil, aunque no imposible, que un tercer liderazgo pueda ganar la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en las primarias abiertas del próximo 6 de octubre.
Aunque llevan un año de activismo interno, los aspirantes presidenciales que están bajo el liderazgo del presidente Danilo Medina tienen en su contra la falta de una estructura política propia, dependen en su mayoría de dirigentes “prestados”, condicionados a que Medina no acepte buscar una reforma constitucional para repostularse o baje la línea a favor de un delfín para enfrentar al expresidente Leonel Fernández. El panorama en el PLD podría empezar a definirse más a partir del lunes 17 de junio, si se da la reunión del Comité Político y en ella se debate el tema de la reelección.
Aunque el plazo para señalar los lugares de las reservas de candidaturas es el 22 de junio, éstas bien pueden definirse en el seno de la Comisión Nacional Electoral del PLD y ser enviadas a la Junta Central Electoral.
Entre los aspirantes, el o la ungida tendría tres meses o, en caso extremo de esperar el último plazo fatal del 22 de agosto, 45 días de campaña intensa para lograr la candidatura presidencial.
El inicio oficial de la precampaña, que es el 7 de julio, tampoco es un plazo que asegura el inicio de una carrera para tratar de derrotar a Fernández con el apoyo expreso de Medina o del danilismo como equipo, pues el mandatario todavía tiene espacio para una fecha cercana al 22 de agosto, que es cuando los partidos deben someter la lista de los precandidatos a la Junta Central Electoral.
Visto lo corto de tiempo, el danilismo está obligado a respaldar abiertamente a un ungido o ungida de Medina, si el mandatario finalmente no va o no logra la reforma, porque de no hacerlo dispersaría sus votos entre los precandidatos Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante, Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro y Temístocles Montás.
La vicepresidenta Margarita Cedeño se ha propuesto como la opción alternativa, pero está bajo la sombrilla política del presidente del PLD