Nicolás Maduro anunció este domingo un plan de racionamiento eléctrico de 30 días debido a los apagones masivos que se producen desde el pasado 7 de marzo. En tres semanas, Venezuela sufrió tres cortes de luz que afectaron a la mayor parte del país y se prolongaron durante varios días. El Gobierno, que atribuye los fallos a unos ataques diseñados para desestabilizar el ya muy tenso clima político, busca controlar una red eléctrica aquejada por la mala gestión y la desinversión.
El mandatario informó de que ha puesto en marcha “un plan de 30 días para ir a un régimen de administración de carga, de equilibrio entre el proceso de generación, los procesos seguros de transmisión y los procesos de servicio y consumo en todo el país, poniendo énfasis en garantizar el servicio de agua”. La falta de agua se convirtió precisamente, en medio de los apagones, otra de las disfunciones que sumieron al país en el caos.