Los venezolanos viven este sábado una jornada que marca un antes y un después en el enfrentamiento entre el chavismo y la oposición a Nicolás Maduro. La operación que Juan Guaidó puso en marcha en las fronteras, que con el apoyo directo o la solidaridad de la inmensa mayoría de la llamada comunidad internacional busca introducir ayudas humanitarias en el país, abre un nuevo escenario al margen del resultado de la convocatoria. La entrega de medicinas y alimentos dirigidos a 300.000 ciudadanos en riesgo de muerte, rechazada de forma tajante por el sucesor de Hugo Chávez, que la atribuye a una injerencia de Estados Unidos, ha disparado la tensión en los pasos fronterizos de Colombia, donde se han registrado graves incidentes, disturbios y cargas policiales
En la ciudad de San Antonio de Táchira, que linda con la ciudad colombiana de Cúcuta, se han producido choques entre las fuerzas de seguridad, la población y los seguidores de Guaidó, quien ayer cruzó la frontera para liderar el operativo en abierto desafío al Gobierno que le prohibió salir del país. Los agentes intentaron dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos y balazos. Ha habido episodios de violencia en el lado venezolano de los puentes de Tienditas y Simón Bolívar. Al caos sembrado por los colectivos de paramilitares chavistas se añadió la represión de los uniformados.
El intento de Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional que hace un mes juró como jefe de Estado interino, de quebrar la unidad de los militares logró al menos 23 deserciones de agentes de la Guardia Nacional Bolivariana y dos de la Policía Nacional que custodiaban la frontera. Se entregaron a las autoridades de Migración Colombia y pidieron refugio en el país vecino.