Al menos siete personas murieron, entre ellas dos policías y dos civiles, en un ataque hoy contra el consulado chino perpetrado por varios hombres armados en la ciudad de Karachi, centro económico de Pakistán y situada en el sur del país. “Tres o cuatro hombres armados trataron de entrar en el consulado chino y cuando fueron interceptados comenzaron a disparar sobre la Policía que protegía el complejo”, dijo a Efe el portavoz policial, Mohamed Ishfaq. El ataque comenzó poco antes de las 9.30, hora local, cuando los atacantes comenzaron a disparar y a lanzar granadas. Según esta fuente, el asalto ya ha sido neutralizado por las fuerzas de seguridad. “La operación ha terminado”, aseguró Ishfaq, que afirmó que los terroristas no lograron entrar en el consulado. Ishfaq señaló que tres atacantes y dos agentes de policía han muerto en el ataque, y un guardia de seguridad resultó herido.
Seemi Jamali, portavoz del Hospital Jinnah, donde trasladaron a los fallecidos, indicó a Efe que además de los cuerpos de dos policías, también han recibido los cadáveres de dos civiles, un padre y su hijo que habían ido al consulado a solicitar un visado. “Todo el personal chino del consulado está seguro”, remarcó el portavoz.
El Ejército de Liberación Baluchi, que busca la independencia de la provincia suroccidental de Baluchistán, reivindicó el ataque contra el consulado. “El objetivo del ataque es claro: no toleraremos la expansión militar china en suelo baluchi”, afirmó el grupo en un comunicado. El ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, condenó el ataque. “Es un incidente triste. Pakistán y China derrotarán a las fuerzas que quieren detener el desarrollo” del país, afirmó Qureshi.
China cuenta con una gran presencia en territorio paquistaní debido al proyecto Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), un multimillonario proyecto de infraestructuras financiado por Pekín con una inversión de 60.000 millones de dólares. El CPEC, puesto en marcha en 2015, financiará la construcción de una ruta comercial que conectará la ciudad de Kasghar, en la provincia noroccidental china de Xinjiang, con el puerto paquistaní de Gwadar (suroeste) en Baluchistán, proporcionando al gigante chino una puerta al mar Arábigo.
En junio de 2017, el grupo terrorista Estado Islámico anunció que había asesinado a dos ciudadanos chinos en la región de Baluchistán. En mayo de ese año, once operarios que trabajaban en la construcción de una carretera ligada al CPEC fueron asesinados en el distrito de Gwadar.
También hoy, al menos 20 personas murieron y otras 25 resultaron heridas en un atentado con bomba en un bazar en el cinturón tribal del noroeste de Pakistán. En la explosión en el bazar Kalaya “murieron 20 personas y otras 25 resultaron heridas”, dijo a Efe el portavoz de la administración de la zona, Mohamed Bilal.
La fuente indicó que el bazar estaba atestado de personas cuando se produjo la explosión en torno a las 10.00, hora local, en la agencia tribal de Orakzai. “Fue un atentado terrorista, pero no está claro si fue un artefacto explosivo improvisado (IED, siglas en inglés) o un suicida”, afirmó.