Zaragoza en alerta ante la crecida del Ebro

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La riada que registra el Ebro desde el pasado viernes ha llegado este lunes a Zaragoza con unos 1.500 metros cúbicos por segundo, algo menos de lo que se preveía.

La crecida ha llegado amortiguada a la capital aragonesa, después de haber inundado unas 2.000 hectáreas en campos situados en los municpios ribereño.

No obstante las autoridades mantienen la situación de alerta por si se produjeran inundaciones en las zonas más próximas al río, algo habitual cada vez que se produce un fuerte aumento del caudal.

El cierre de algunas carreteras y el desalojo preventivo de viviendas en las zonas más expuestas se mantendrá ante las previsiones de más lluvias en los próximos días.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha catalogado la nueva crecida, la primera que se produce desde abril del 2018, como de carácter ordinario, pero las lluvias que caen en distintos puntos de su cuenca podrían hacer variar la calificación del grado de riesgo.

A su paso por Novillas, el primer pueblo que el Ebro encuentra al entrar en la comunidad de Aragón, la altura del agua rondaba los siete metros, suficientes para que se vieran inundadas numerosas hectáreas de tierras agrícolas situadas junto a la orilla.