Un nuevo y sombrío hito: el número de casos de coronavirus en todo el mundo ha superado el millón. Se han registrado más de 50.000 muertes.

Sin embargo, se cree que las cifras reales son mucho más altas debido a la escasez de pruebas, a los leves casos no notificados y a las sospechas de que algunos países están encubriendo el alcance de sus brotes.

Estados Unidos es el país que más casos ha reportado y ha registrado el peor balance diario de fallecidos del mundo este viernes, pero está aún por detrás de la curva que se ha pronosticado de la pandemia, lo que sugiere que todavía muchas personas pueden morir.

En España, donde han muerto más de 10.000 personas, el Gobierno cree que hay un motivo de esperanza: el aumento diario del porcentaje de infección se está ralentizando.

En hospitales como el improvisado de la Feria de Madrid, algunos pacientes como Jonan Basterra también se muestran optimistas.

“Esto para mí ha sido un hospital, un hospital montado en un tiempo récord y con unos niveles de calidad alucinantes, pero eso es todo lo que tiene de campaña. Por lo menos en el pabellón nueve, esto está de lujo. Aquí tengo mi conexión de oxígeno, mis cosas, el control de los médicos, mi comida que me la traen… No hay gran diferencia entre esto y un hospital tradicional”, dice sobre su situación.

La recuperación de un paciente de 93 años en Cataluña ha levantado la moral de los médicos.

Además, Italia parece estar “aplanando la curva” con una disminución sostenida del porcentaje de infectados diarios. Pero se teme que el estricto confinamiento ha dañado profundamente la ya débil economía italiana.

Francia registró el jueves el mayor aumento de muertes desde que el Gobierno decidió incluir en su contabilización las muertes relacionadas con COVID ocurridas en residencias de ancianos: esto ha añadido más de 1.500 fallecidos al recuento.

El primer ministro de Francia insistió el jueves en que “probablemente” la cuarentena no terminará el 15 de abril. Esto implica que la crisis está lejos de haber terminado.