Una importante falta de personal y cansancio profesional: los hospitales franceses padecen las consecuencias de la pandemia.. Muchos sanitarios, afectados por la variante ómicron del coronavirus están de baja por enfermedad, mientras que a otros, aún no vacunados, se les ha prohibido trabajar. En el departamento DE Ile de France, una de cada cinco camas de reanimación está cerrada porque no hay quien las pueda atender.
En el hospital Delafontaine de Saint-Denis, ante la explosión del nuevos casos de Covid-19, la preocupación es diaria, como detalla Yohann Mourier, director adjunto del hospital de Delafontaine: “Hoy, los equipos consiguen aguantar porque todavía tiene sentido venir a trabajar al hospital a pesar del desánimo, a pesar del agotamiento. Es cierto que la particularidad de esta quinta ola es que, a día de hoy, son equipos que están volcando sus últimos esfuerzos en tratar, en su mayoría, a pacientes que no hubiéramos tenido si se hubieran vacunado.”
En otros lugares, la falta de recursos ha hecho que los pacientes sean trasladados a otros hospitales mejor equipados o menos afectados por la nueva ola de contagios.- Un ejemplo es el traslado en avión que tuvo lugar este miércoles entre Juann les Pins y Lille: dos pacientes con covid, de unos sesenta años, no vacunados y en estado grave.
“Es difícil, sentimos que volvemos a la situación que vivimos hace dos años. Tuvimos que cancelar procedimientos quirúrgicos. Hay pacientes que no están bien atendidos. Y, sobre todo, teníamos que volver de las vacaciones para afrontar esta nueva ola.”, explica una enfermera.
La cancelación de de los días de asueto, las horas extras y la reprogramación de operaciones se han convertido en la norma en muchos centros. A cuatro meses de las elecciones presidenciales, los sindicatos y los trabajadores de la salud esperan, no obstante, “influir en el debate político”