El volcán de La Palma, aún en plena erupción, se ha convertido en una fábrica de dióxido de azufre (SO2) para la atmósfera.
Este viernes se espera que una gran nube de esta sustancia llegue a cubrir buena parte de la península ibérica y casi todo Marruecos y Túnez, así lo indicó el sistema europeo de satélites Copernicus.
Que a través de este mapa, indica que las costas mediterráneas de Francia, Italia, Argelia y Libia también estarán afectadas.
Por su parte, expertos explican que aunque algunos de los gases que emite el volcán son bastante tóxicos, solo en las zonas muy cercanas a la erupción, pueden llegar a ser nocivos.
También descartan la posibilidad de un cierre aéreo, ya que aseguran que las columnas de humo son relativamente discretas.