París, bajo toque de queda. También Marsella, Lyon y así hasta nueve ciudades de Francia, en las que desde este sábado no se podrá salir a la calle, salvo por estricta necesidad, entre las nueve de la noche y las seis de la mañana.

“Tristeza” titula la prensa francesa, que subraya que la medida excepcional trae a la memoria malos recuerdos del pasado. El toque de queda, instaurado durante cuatro semanas, que podrían ser seis si la pandemia de COVID-19 no retrocede, afectará a veinte millones de franceses.

“Habrá una estricta limitación de la movilidad -anunció el presidente Emmanuel Macron en una entrevista televisada en horario de máxima audiencia-. No podremos ir al restaurante después de las nueve, ni a casas de amigos, ni de fiesta. Porque ahí es donde las contaminaciones son más fáciles y hay que reducirlas”.

París en la penumbra: “Va a ser un infierno”

El ánimo de los habitantes de París, conocida como la ciudad de la luz, ha quedado sumido en la penumbra.

“Va a ser un infierno -dice una joven-. No estoy en teletrabajo así que tendré que ir a la oficina. Y termino a las 9 de la noche. No voy a poder tener vida social en absoluto”.

“Supongo que es necesario, pero desde las nueve de la noche…. Para mí, que trabajo desde casa, salir era la única alegría”.SPONSORED CONTENTWhy are women more likely to go vegan than men?Choices about what we eat can be intensely personal.Ad by euronews 

Portugal declara el estado de calamidad y restringe las reuniones

Portugal aún está lejos de los 20.000 casos diarios de coronavirus de Francia, pero aquí también se han encendido todas las alarmas por el ritmo de contagios, tras superarse los 2.000 positivos en un solo día.

El Gobierno luso ha declarado el estado de calamidad, con restricciones importantes: quedan prohibidas las reuniones de más de 5 personas en la calle y en espacios cerrados. Bodas, bautizos y otros eventos familiares solo podrán congregar a 50 personas como máximo.

Merkel: “No podemos rendirnos ante el virus. Podemos combatirlo”

En Alemania, la canciller ha retomado el lenguaje bélico de la pasada primavera.

Después de mantener una tensa reunión de ocho horas con los líderes de los estados federados para tratar de consensuar medidas comunes, Angela Merkel hizo un llamamiento a todos los ciudadanos para que se implique “en esta fase crítica, crucial”.

“No podemos rendirnos ante el virus, de ninguna manera. Podemos combatirlo”, afirmó.

Alemania también ha vuelto a niveles de abril, con más de 5.100 contagios este miércoles. En los lugares de alto riesgo, además del cierre anticipado de bares y restaurantes, se han limitado las reuniones privadas.

Eso es posible porque en Alemania la ley permite imponer restricciones en el ámbito privado, a diferencia de Francia, donde la única manera de evitar que la gente se congregara en viviendas y otros lugares privados ha sido imponer el toque de queda.