La primera planta solar flotante, de gran altitud, del mundo, se encuentra en el embalse de Toules, en el cantón del Valais, en Suiza. Sus paneles solares producen un 50 % más de energía que los que están situados en terrenos bajos.
“Este proyecto piloto produce 800 000 kWh al año, lo que corresponde a las necesidades de 220 hogares”, declara Maxime Ramstein, director de proyectos de Romande Energie.
En el embalse de Toules, a 1810 metros sobre el nivel del mar, las condiciones de la montaña hacen que la radiación solar sea más fuerte.
“En las montañas hay una mejor radiación solar. Las temperaturas son más bajas, lo que significa una mayor eficiencia. Y, el efecto albedo, que es el reflejo de la radiación solar, que es muy alto a nivel del suelo, en el hielo y en la nieve”, afirma Maxime Ramstein.
El parque solar no se encuentra en un lago natural sino en un embalse, lo que limita su impacto medioambiental.
“Se drena cada año. Se llena por el deshielo de la nieve, durante la primavera y el verano. Por eso hay muy poca flora y fauna, y tiene un impacto muy bajo en el medio ambiente”, señala el director de proyectos de Romande Energie.
Si el proyecto piloto tiene éxito se ampliará, con la idea de que sea capaz de producir energía para más de 6 000 hogares.
“Hemos desarrollado una estructura con una vida útil de 50 años, con dos ciclos de 25 años para los módulos solares. Nuestro plan es, en primer lugar, ampliar este proyecto en el embalse de Toules, pero también duplicar este tipo de tecnología en otro embalse”, concluye Guillaume Fuchs, codirector de Soluciones Energéticas de Romande Energie.