La vacuna de AstraZenca vuelve a hacer saltar las alarmas a cuenta de los coágulos. Siete personas que recibieron su vacuna contra la COVID-19 han muerto a consecuencia de coágulos de sangre en Reino Unido.
En total se han identificado una treintena de casos hasta finales de marzo de un total de 18 millones 100.000 dosis administradas, según la Agencia de Medicamentos británica. Se trata de 22 casos de trombosis venosa cerebral y otros ocho casos de coagulación asociada a la deficiencia de plaquetas.
El organismo regulador insiste, sin embargo, en los escasos riesgos asociados a estos coágulos en comparación con los beneficios de la vacuna y sigue recomendando su uso.
Mientras tanto, se sigue investigando si el fármaco de AstraZeneca es el responsable de los trombos.
Varios países europeos suspendieron la vacunación con AstraZeneca al dscubrir los primeros casos de trombosis. Tras el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento retomaron su uso, pero en algunos casos limitado a los mayores de 60 años.