La polución atmosférica provocó 307.000 muertes prematuras en la Unión Europea (UE) en 2019, un 11% menos interanual, según un informe difundido este lunes por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
Las muertes por concentración de partículas al aire libre de tamaño inferior a 2,5 micras (PM2,5) se han reducido en un tercio en los últimos 15 años, pero de haber seguido los valores de polución recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), más exigentes, se podrían haber evitado más de un 58 % de los decesos.
Así, mientras la UE fija un límite máximo anual para esas partículas de 25 microgramos por metro cúbico, la OMS lo reduce a 5 microgramos, de acuerdo con sus recomendaciones más recientes.
El informe de la AEMA apunta que, en 2019, 40.400 muertes prematuras pueden atribuirse a la exposición al dióxido de nitrógeno (NO2) y, otras 16.800, al ozono troposférico (O3).
Las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares son las causas más comunes de muerte achacables a la polución del aire, seguidas por las enfermedades pulmonares.