Fuerzas antidisturbios disolvieron con chorros de agua a presión y gas lacrímógeno las protestas de Argel que por séptimo viernes consecutivo gritaron “no” a una transición dirigida por el Ejército y los nombres más conocidos antiguo régimen.
Varias decenas de manifestantes resultaron heridos y tuvieron que ser atendidas por irritación severa en los ojos y las mucosas y problemas respiratorios agudos a causa de la inhalación del gas.
Una gran mayoría de argelinos se oponen a una tranbsición con la presencia del general Ahmad Gaid Salah, uno de los hombres del dimitido Bouteflika, y liderada por el presidente del Senado y jefe del Estado interino, Abdelkader Bensalah, y el primer ministro, Nouredin Bedaui, ambos miembros del círculo del poder que domina los negocios en Argelia.