El vertido de seis mil barriles de de la petrolera española Repsol afecta a playas, áreas protegidas y fauna marina en al menos 18.000 metros cuadrados de la provincia del Callao.
El derrame se habría producido según Repsol por el oleaje de la erupción volcánica en Tonga el sábado en la Refinería La Pampilla durante el proceso de descarga de crudo del buque Mare Dorium, que ahora tiene prohibido zarpar del puerto de Callao.
Hay tres playas afectadas por el derrame en el distrito costero de Ventanilla del Callao, y dos reservas naturales protegidas en el Océano Pacifico.
Para el gobierno peruano la empresa es merecedora al menos de una multa por no informar del hecho inicialmente. Está siendo investigada por contaminación ambiental.
El gobierno del presidente Pedro Castillo que inspeccionó la zona definió lo ocurrido como “el peor desastre ecológico ocurrido en Lima en los últimos tiempos”. El ministerio de Exteriores asegura que ha ocasionado un grave perjuicio a cientos de familias de pescadores y reclama a Repsol que compense por este daño de manera inmediata”.
Para los investigadores las cifras de vertido reconocidas por Repsol no cuadran con el daño causado en las playas.
El gobierno de Perú exigió a la petrolera española Repsol que responda por el derrame de 6.000 barriles de crudo. Ha suspendido operaciones en la terminal “hasta que se determinen las causas que originaron el vertido.
El daño se extiende a la Reserva Nacional del Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, Islotes de Pescadores y la Zona Reservada Ancón.
Pescadores y pobladores protestaron el martes frente a la sede de la Refinería La Pampilla, demandando acciones para atajar la contaminación ambiental producida.
La fiscalía peruana abrió una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental contra Repsol. Las multas podrían superar los 34 millones de dólares,