Londres y París culpan a los traficantes de personas de la muerte de cuatro inmigrantes en el Canal de la Mancha, dos de ellos niños. Al menos una persona sigue desaparecida, después de que la embarcación con la que intentaban llegar al Reino Unido naufragara frente a las costas francesas. Un hombre se ahogó durante el naufragio. Otras tres personas, una mujer y dos pequeños de ocho y cinco años, murieron después de ser rescatados junto con otros 15 migrantes.
La Fiscalía de Dunkerque investiga las causas de la tragedia.
Un velero británico fue quien dio la voz de alarma. Enseguida comenzó una gran operación de búsqueda y rescate desde la costa francesa, en la que participaron seis barcos y tres aviones.
“Su nacionalidad era iraní. Estaban a unas cinco millas de la costa, y no tengo explicación de por qué esta embarcación, que sería un barco de pesca, habría volcado”, ha explicado Hervé Tourmente, prefecto adjunto de Dunkerque.
La ministra británica del Interior ha lamentado lo ocurrido y ha asegurado que hará todo lo posible para detener a los “criminales desalmados que explotan a gente vulnerable”.
Londres insiste en que París no hace lo suficiente para detener la inmigración irregular en el Canal de la Mancha. Pero las autoridades locales de Calais dicen que es el Reino Unido y no Francia el imán para los migrantes y que ninguna vigilancia los detendrá.