La imagen se repite en México. En un pueblo indígena de Chiapas, una clínica ha sido atacada por cientos de vecinos, convencidos de que la covid no existe y de que las autoridades les están envenando.
Los habitantes de Villa Las Rosas entraron además en la sede de la alcaldía, donde rompieron chistales y puertas y quemaron documentos. También fue pasto de las llamas una ambulancia.
En el origen del estallido social fue un bulo, que afirma que las fumigaciones contra le dengue y medidas de saneamiento contra el coronavirus son un ataque químico para matar a la comunidad indígena.
“Todo el mundo se comunicó, que saliera todo el pueblo porque andaban rociando este líquido para matar la gente -dice un hombre, con el rostro cubierto para no ser reconocido-. Viene la gente, hospitaliza a su enfermo y resulta que, por un pequeño dolor de cabeza, ya lo sacan muerto a los 10 o 20 minutos”
El mismo bulo, difundido por las redes sociales, provocó un estallido de violencia a finales de mayo en Venustiano Carranza, otro pueblo de Chiapas en el que fueron atacados edificios públicos.
En otras localidades, como Simojovel, Totolapa y Arriaga, los habitantes se han organizado para impedir el paso del personal de salud que se desplaza para informar y alertar sobre la covid-19.