Colombia es el segundo mayor exportador mundial de flores y San Valentín es una fecha marcada en rojo. Brotes como este pueden estar decorando su casa si usted es holandés, británico o español. Pero Colombia también es líder en producción de cocaína y los narcotraficantes intentan colar ingeniosamente la droga en los cargamentos de flores.
Para combatirlos las granjas trabajan bajo estrechas medidas de seguridad. El recinto está lleno de Cámaras que vigilan cada paso del proceso para ponérselo difícil a los contrabandistas.
“Nosotros somos una finca certificada Vats. Es una alianza que hacen los negocios para garantizar que las exportaciones van libres de actividades ilícitas. Dentro de esa alianza debemos proteger la selección y contratación de nuestros trabajadores. De los proveedores y de todo el material de empaque que se requiere para la exportación”, explica Ximena Rodriguez, productora de Flores de Tenjo.
Unos códigos de barras trazan las flores desde su origen. Facilitan la investigación si se descubre droga en ellas. Los camiones son revisados para evitar que haya dobles fondos y se precintan antes de salir. Sólo serán abiertos tras su llegada al aeropuerto. Allí comienza la inspección policial.
Más de 450.000 cajas de flores han pasado por estos escáneres en el último mes. Al menos 26.000 han sido revisadas a mano por un centenar de policías. En 2018 descubrieron más de 400 kilos de cocaína en los envíos de flores.
