Este es el momento en el que miembros de la guardia costera estadounidense lanzan agua, comida, y una radio con la que comunicarse a los tres náufragos cubanos avistados en la diminuta isla desierta de Cayo Anguilla, en Bahamas.

Fueron localizados en una patrulla rutinaria, mientras ondeaban una bandera improvisada y hacían señas al helicóptero el lunes, pero el mal tiempo obligó a retrasar el rescate un día.

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Sanos y salvos a pesar de todo

Ninguno de los tres, dos hombres y un amujer, presentaba heridas de importancia.

Cuentan que su balsa volcó en una tempestad y consiguieron llegar a nado hasta allí.

Durante 33 días literalmente se buscaron la vida para subsistir con una dieta a base de cocos, ratas y caracoles. Sus mayores penurias se debieron a la falta de agua dulce.

Según la guardia costera, se trató de una operación muy compleja en la que participaron varias tripulaciones. Un teniente declaró estar sorprendido antes su buen estado general tras su odisea.

Los náufragos fueron trasladados primero a un hospital del sur de Florida, y posteriormente a un centro de inmigración del mismo estado. No ha trascendido aún si se perdieron navegando o estaban huyendo e intentaban llegar a la costa estadounidense.