Persianas bajadas y carteles de “se alquila”, en el segundo barrio chino más grande de Italia es la prueba de que algo puede estar cambiando en la demografía de las ciudades italianas.
Prato, cerca de Florencia, aquí viven 25 000 chinos que poseen 6 000 fábicas de ropa. Sin embargo, desde enero de 2020, aunque no hay estadísticas oficiales, parece que muchos miembros de la comunidad china se han marchado para volver a China.
Marco Wong, Concejal del Ayuntamiento de Prato
“China ha cambiado mucho desde los años 80 y 90. Se ha vuelto atractiva para los chinos en el extranjero. El hecho de que hayan conseguido ser muy eficientes en la contención de la pandemia ha animado a muchos a pensar seriamente en volver a China.”
El número de niños chinos en las escuelas ha ido disminuyendo gradualmente desde el año pasado. Muchos padres están enviando a sus hijos a China para que asistan a la escuela allí como solución temporal, debido a la pandemia y porque están cansados de la enseñanza a distancia en Italia.
Luca Palamara, corresponsal de Euronews:
“Aquí en Prato se están produciendo algunos cambios. Por primera vez en 3 décadas hay indicios de que la comunidad china se está reduciendo, porque muchos de los que llevaban años viviendo y trabajando aquí han decidido volver a China hasta que la pandemia termine.”
La asistencia a los lugares de culto también ha disminuido mucho, como muestra la imagen de un templo budista casi vacío en el centro de Prato.
Davide Finizio, Secretario del templo budista Puhuasi de Prato:
“Ahora en nuestras celebraciones religiosas somos pocos, a diferencia de lo que ocurría antes. Por poner un ejemplo, en el Año Nuevo Chino de 2019, tuvimos 3 000 personas sólo para escuchar el sonido de la campana. Este año solo éramos veinte.”.
Es demasiado pronto para decir si la tendencia de los chinos a emigrar al país de origen será consistente y definitiva, pero la pandemia de Covid-19 está cambiando la demografía de este lugar del centro de Italia.