La cascada de nuevas restricciones fronterizas en algunos países europeos comienza a provocar una reacción en cadena.
Italia es uno de los países que exigirá una prueba de PCR a todo aquel que entre en el país, esté o no esté vacunado.Roma mantendrá estas restricciones durante toda la Navidad, coincidiendo con la vacunación de los más jóvenes. El país transalpino marcaba este jueves un nuevo récord de contagios.
En Francia se aplican ya duras restricciones a los viajeros procedentes del Reino Unido, aunque por el momento se muestra totalmente en contra de hacer lo mismo con los países de la Unión Europea, como confirmaba el propio Emmanuel Macron:
“No pensamos hacer pruebas dentro de la Unión Europea, porque estamos apegados al buen funcionamiento de nuestro espacio común y porque en el momento en que una variante está en uno de los países de la Unión Europea, muy rápidamente se extiende a los demás”, confesaba el presidente francés.
Desde Londres continúan por su parte trabajando sin descanso en la campaña de vacunación de refuerzo con el objetivo de frenar en lo posible el llamado “maremoto de ómicron“. Como Italia, Reino Unido también ha marcado un nuevo récord de casos, aunque afortunadamente el número de muertos es por el momento muy inferior al de anteriores olas.
Para Alemania, el problema ahora mismo no es otros que la falta de dosis, como explicaba con datos precisos el nuevo ministro de Sanidad de este país, Karl Lauterbach: “Necesitamos unos 50 millones de dosis de refuerzo y 20 millones de dosis de primera y segunda vacuna”, alertaba Lauterbach. “Esto significa que la demanda actual no está completamente cubierta. Y este no es el punto más importante: el punto más importante es que si operamos con estas entregas según lo programado para la campaña de refuerzo, será simplemente demasiado lento. La campaña terminaría a finales de marzo”.
Como ya sucedió al inicio de la pandemia, la improvisación vuelve a ser la nota dominante en muchos puntos. En Grecia, por ejemplo, el Gobierno habría cambiado las restricciones para los viajeros tres veces en menos de 24 horas. El virus vuelve a golpear y Europa vuelve a dar tumbos.