Encerrado en una esfera de alambre de espino. Así protestaba, este domingo, el activista ruso Pavel Krisevich contra la detención del opositor Alexéi Navalni.
Protesta que seguía a las masivas manifestaciones del sábado, en las principales ciudades rusas, para pedir su liberación, y que fueron brutalmente reprimidas y terminaron con más de 3.650 detenidos. El mayor número de arrestos durante marchas opositoras de la historia de la Rusia moderna.
Humans Rights Watch (HRW) denuncia que las autoridades rusas ignoran y pisotean los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Su condena se suma a la de Estados Unidos y la Unión Europea, que este lunes se reúne para consensuar una respuesta común. Los Estados miembros están divididos sobre la imposición de nuevas sanciones a Moscú.
Manifestaciones no autorizadas
Más de 110.000 personas apoyaron a Navalni en la calle, en manifestaciones no autorizadas. Está acusado de violar las condiciones de una pena suspendida dictada en 2014.
“No me gusta cómo vivimos en este país. Aquí los ancianos tienen que buscar en la basura y otros tienen palacios como el que nos mostró Navalni”, señala Vina Lapkis, manifestante.SPONSORED CONTENTEV Charge: Electric mobility accessible wherever and whoever you are!Total is committed and investing in the development of electric mobilityAd by Total
Hay varias investigaciones abiertas por violencia contra los agentes de policía y por violencia por parte de las fuerzas del orden.
El Kremlin minimiza el alcance de las protestas en apoyo a Navalni, recordando que la mayoría de los rusos apoyan a Vladímir Putin, reelegido con más del 76% de los votos en 2018.